Angela Merkel confía en la lectura de verano como terapia

El próximo domingo 21 empiezan las vacaciones de Angela Merkel. La canciller asistirá al Festival de Bayreuth el día 25, junto a su marido, pero el destino en el que practicará senderismo y lectura, como cada año, permanece en secreto. Sí ha sido confirmado, sin embargo, uno de los libros que la canciller alemana se lleva en la maleta, recomendado por una amiga americana y muy relacionado con los temblores que han aquejado a Merkel al menos durante los últimos dos meses. Se trata del título ««La mujer temblorosa o la historia de mis nervios» (Anagrama), escrito por Siri Hustvedt en 2009 y en el que la autora estadounidense, premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, relata episodios idénticos a los que han levantando una ola de rumores sobre la salud neurológica de la jefa de la gran coalición de Berlín y sembrado dudas sobre si será capaz de terminar la legislatura.

Si el primer temblor en público de Merkel se produjo durante una recepción oficial al primer ministro de Finlandia, a Hustvedt le ocurrió durante un homenaje a su padre en la universidad. A duras penas terminó su discurso, mientras sus brazos y sus piernas vibraban de forma incontrolable. «Era como si me hubiera convertido en dos personas, una serena y racional que continuaba con su oratoria y otra temblando sin saber por que», describe la escritora. También como en el caso de Merkel, los temblores se repitieron y lanzaron a la víctima a la búsqueda de un diagnóstico, de médico en médico, a través de la psiquiatría, la neurología y el psicoanálisis.

Hustvedt tiene 64 años y Merkel cumplirá 65 mañana. En el caso de la canciller alemana los análisis médicos a los que se ha sometido no ofrecen un diagnóstico preciso. En principio se asoció el síntoma a una situación de deshidratación, después a una somatización relacionada con la memoria y la experiencia. « Estoy bien, no hay nada de lo que informar» , insiste. Hustvedt, por el contrario, ha expuesto los detalles de su dolencia, incluyendo su participación en un grupo de estudio que se adentra en un nuevo campo, el neuropsicoanálisis, que relaciona la actividad cerebral con los mecanismos de la memoria.

La autora, casada con el también escritor Paul Auster, se permite dar algún consejillo a la canciller. «Igual que yo no es capaz de identificar una causa». «Sus médicos deberían pensar en tratamientos con propanol» , receta, «muchos músicos lo toman antes de los conciertos en directo». También recomienda evitar el secretismo y abordar lo más abiertamente posible el problema. «Desde que publiqué mi libro, curiosamente, no se han vuelto a repetir los temblores en mi caso», confiesa. Merkel, sin embargo, ha encargado a su equipo responder que «está bien» y que los detalles sobre sus ataques de temblores pertenecen a su ámbito privado, una apreciación que la prensa alemana ha condenado tachando de «censura» la falta de información sobre su salud.