Amal Clooney se abre paso en Downing Street, en su defensa del ex presidente de Maldivas

Antes de casarse con George Clooney a finales del verano de 2014, Amal Alamuddin (37 años) estaba más que acostumbrada a pisar los despachos del poder. Pero una vez que tomó el apellido de su célebre marido, en los últimos meses lo habitual ha sido ver a esta abogada británica de origen libanés paseando por alfombras rojas y photocalls con una soltura tal, que bien parece haber nacido para el estrellato en Hollywood.

Sin embargo, Amal Clooney ha vuelto hoy a su «estado natural» de librar batallas legales en su condición de miembro del prestigioso bufete londinense Doughty Street Law , desde el que ha trabajado en casos de gran impacto mediático. Por ejemplo, la defensa de Julian Assange o, antes de la llegada de Alexis Tsipras al poder, la representación del Estado griego de la devolución de los mármoles del Partenón por parte del Museo Británico.

La batalla de los mármoles está perdida, pero Amal Glooney sigue luchando por otras causas. La que le tiene más atareada es la puesta en libertad definitiva del ex presidente de Maldivas , Mohamed Nasheed, encarcelado en el país del Índico desde que fue depuesto de su cargo con un golpe militar en 2012. Nasheed , de 48 años, se convirtió en el primer presidente democráticamente elegido de Maldivas y sobre él hay una pena de prisión de 13 años por cargos de terrorismo .

Esta mañana, la señora de Clooney y el propio Nasheed han visitado el 10 de Downing Street para despachar con el primer ministro británico, David Cameron . No es frecuente que la residencia oficial del premier abra sus puertas un sábado, aunque en este caso así se ha hecho tras ajustar la agenda. Sin embargo, en cuanto terminó la reunión con Amal Clooney, Cameron y su esposa Samantha salieron de la residencia rumbo a un destino de fin de semana.

Al ex presidente Mohamed Nasheed se le ha dado 30 días de libertad provisional para volar a Londres y someterse a una intervención quirúrgica en la columna vertebral. La visita a la capital del Reino Unido ha servido, además, para presionar a la clase política por la causa del depuesto mandatario y que recupere la libertad. La condena ha sido duramente criticada por Naciones Unidas , organismo desde el que se exige que sea liberado y compensado por su detención ilegal. Sin embargo, el actual presidente de Maldivas, Abdulla Yameen , ha desestimado el requerimiento de la ONU e insiste en que Nasheed es culpable.

El viaje de Nasheed a Londres se ha realizado bajo la rúbrica de un acuerdo entre India, Sri Lanka y Gran Bretaña . La pasada semana, Amal Clooney condenó duramente la administración del presidente Abdullah Yameen y declaró que el caso de Nasheed demuestra que la democracia está «muerta en las Maldivas ». Esas palabras han recibido el contundente rechazo del gobierno del país.