Álex Lequio cuenta su experiencia viviendo en una comuna
El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio ha publicado un entrañable texto en el que escribe algunos de sus recuerdos más divertidos de su época universitaria
Muere Álex Lequio, hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, a los 27 años
Las malas noticias no han hecho Álex Lequio (26 años) pierda la sonrisa. A pesar de tener que volver a recibir tratamiento después de superar el cáncer bajo las órdenes del reputado oncólogo Josep Baselga en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York.
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Esta mañana, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio ha publicado una imagen en su perfil de Instagram en la que se le ve haciendo la mudanza con la ayuda de sus padres en el campus de Duke, la prestigiosa universidad privada de Carolina del Norte (Estados Unidos) donde estudió la doble licenciatura de Ciencias Políticas y Filosofía.
Acompañando la imagen aparece un entrañable texto en el que el joven escribe algunos de sus recuerdos más divertidos de su época universitaria. «No suelen ser objeto de interés mis cuatro años en ultramar, donde tuve el placer de succionar conocimiento de mentes brillantes, cantinas indomables y como no, de los altibajos y vaivenes que todo joven adulto experiencia durante su época universitaria. Nunca los he compartido por pensar que quizás no os resultan interesantes, pero la realidad es, amig@s mi@s, que reúno una batería de recuerdos que dejan a Spielberg como a un novato de la ciencia ficción. Esta foto que veis, es una foto de mi primer día de universidad . El primer momento de tantos y que tanto esfuerzo supuso conseguir durante los años de agogé en Madrid (sigo pensando que la liaron y me dieron la plaza por equivocación). El caso es que ese mismo año fue surrealista para un joven español que no tenía ni pajorera idea de lo que estaba a punto de vivir. Los acontecimientos fueron varios y asombrosamente extraños. Entre estos, destacaron: disputarle a Stiglitz algo que no tenía mucho sentido, vivir el acceso a una hermandad (aquí no puedo hablar mucho), publicar 1 ensayo, hacer un mini proyecto de fin de temario con Kyrie Irving , partirme la pierna, ganar un certamen por hacer soniditos con la boca (no por guapo, obviamente) y por último, confundirme al rellenar la solicitud de alojamiento en el campus y terminar viviendo en una especie de comuna extraña donde llegaron a pensar que estaba un poco zumbado (la personalidad española puede llegar a contrastar mucho...). En cualquier caso, eso sólo fue el primer año. No tiene mucho sentido contar estas cosas aquí, igual no interesa... pero ya que por X o por Y soy conocido , vamos a conocernos bien #UnEspañolEnUltramar»