Álex Lequio concede su primera entrevista
El joven rompe su silencio para hablar de cómo está afrontando su vida con el cáncer que le diagnosticaron el pasado mes de marzo
Desde que salieron a la luz las imágenes de la familia Obregón al completo entrando en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, prestigiosa clínica de la ciudad de los rascacielos en la que Álex Lequio recibió tratamiento hasta hace unos meses, se esperaba que el hijo de Alessandro Lequio y Ana Obregón concediese una entrevista.
Su madre lo hizo el pasado mes de octubre, tras regresar a España con su hijo, para la revista «¡Hola!» y este miércoles ha hecho lo propio Álex Lequio para la misma publicación. Hasta ahora no estaba preparado para hablar de todo lo que le estaba sucediendo y el año que estaba viviendo después de que le diagnosticasen cáncer. Eso sí, nunca ha perdido la sonrisa ni las ganas de seguir luchando .
En ella, el joven cuenta cómo está afrontando su batalla contra el cáncer mientras posa en la portada junto a sus adorados padres, los que le han apoyado desde el principio y le han acompañado en este duro viaje. «Ni mis padres ni yo hemos perdido el sentido del humor. Somos una familia que nos reímos de todo y así vamos a continuar», cuenta Lequio.
Al hijo de Ana Obregón le gustaría llegar a normalizar la palabra cáncer : «Incluso vulgarizar la palabra cáncer para que la gente lo vea como un diagnóstico médico más». Tiene la esperanza de que en unos años, el tema de la quimioterapia y las terapias personalizadas estén a la «orden del día».
Durante su tratamiento, el joven ha perdido 15 kilos y el pelo, algo que no parece preocuparle. «A mí, mirarme al espejo y parecer un reptil me hace gracia…», dice con gran sentido del humor. Pero los cambios físicos no han sido las únicas consecuencias del cáncer en su vida. Su manera de pensar también ha cambiado: «Esta situación me ha hecho tomar conciencia de que pueden no pasar más trenes». E insiste el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio: «Estoy como loco, intentando aprovechar y subirme a cada tren que pasa. Viviendo con mayor intensidad. Viviendo más conscientemente».
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