El abuelo de Adriana Ugarte, un dolor de cabeza para sus vecinos
Una sociedad creada por Antonio Pardal debe más de 25.000 euros a la comunidad de un piso madrileño
Emblema de las mejores teleseries de época («La Señora» o «El tiempo entre costuras»), musa de Amodóvar («Julieta»), Adriana Ugarte (32 años) tiene una carrera artística ejemplar y una vida privada que custodia con celo. Antigua alumna del colegio madrileño Nuestra Señora del Pilar, poco trasciende de lo que dice o hace fuera de los platós. Sin embargo, Antonio Pardal R eyes , su abuelo materno, parece ser la única mácula dentro de su entorno más cercano.
Constructor sevillano, el pasado 15 de febrero Pardal fue sancionado por la juez de lo Penal número 13 de Sevilla con una multa de 3.000 euros por no declarar como testigo en el juicio por las supuestas irregularidades en la venta de los suelos de Mercasevilla, en calidad de representante legal de la empresa Larena 98 SL. Su nombre también está implicado en la Operación Púnica , por agasajar con regalos a políticos (entre otros, a Francisco Granados ) a cambio de tratos de favor en la contratación de un sobrino y de su primogénita, Clemencia Pardal . Tiene otras dos hijas: Rosa María y Yolanda , madre de la actriz.
Sin rendir cuentas
Según fuentes consultadas por este diario, Antonio Pardal ostenta 24 cargos activos en 22 sociedades. Algunas de ellas incumplen la obligación de depósito de cuentas anuales. Entre estas sociedades figura MULTINVERSION 2002 SL, que es la titular de un piso en el número 6 de la madrileña calle Doctor Esquerdo, finca cuya comunidad de vecinos está que trina. Dicha sociedad fue constituida el 13 de febrero de 2001, figurando Antonio Pardal como apoderado de la misma hasta el año 2012. El cargo de administrador único fue ejercido por la ya mencionada Rosa María Pardal, tía de Adriana Ugarte, hasta el año 2008. Desde entonces, Francisco Javier Frías García, ex guardia civil y antiguo testaferro del constructor, figura como administrador único,
Entre las quejas de sus vecinos figura la colocación por orden de Pardal, cuando se instaló en el piso de Doctor Esquerdo (de 2002 a 2005), de una cámara de seguridad en el rellano sin autorización de la comunidad, enfocando la escalera y la salida del ascensor. Tras más de dos años de protestas y reclamaciones, lograron que se retirara la cámara y se le impuso una multa de 3.000 euros por daños. En 2005, cuando el abuelo de Adriana Ugarte abandonó esta propiedad, la entonces presidenta de la comunidad le exigió el abono de una deuda de 4.000 euros, correspondiente a varios meses de impagos. Desde entonces «no se le ha vuelto a ver por aquí», cuenta un residente.
Pardal argumentaba que esos pagos correspondían a la sociedad MULTINVERSION 2002, propietaria del piso y conocida coloquialmente por los vecinos como «la empresa fantasma» . En la actualidad, se adeuda una cantidad de hasta 25.000 euros a la comunidad.
Tras la salida de Antonio Pardal, la casa permaneció prácticamente cerrada durante ocho años, hasta que, en 2013, fue alquilada por 1.200 euros al mes. « Aquello no era un hogar , sino una oficina», cuenta para ABC el entonces nuevo inquilino. «Tenía tantísimos enchufes, que pagaba 300 euros como gastos fijos de electricidad», tras explicar que en el contrato de alquiler figuraba como arrendadora Clemencia Pardal. «El último mes de alquiler llegó una carta por la cual, en vez de pagarle a ella la renta del piso, se la debía abonar al Fisco », manifiesta el arrendatario, que prefiere no desvelar su identidad. «En dicha carta ponía que Clemencia debía 90.000 euros a Hacienda », añade.
«Mi tierra»
Hoy, los antiguos inquilinos han abandonado el piso y en él se ha instalado Clemencia junto a su pareja. Mientras tanto, Antonio Pardal Reyes reside en Sevilla. Adriana Ugarte escribía hace unas semanas en su blog: «Para mí, llegar a Sevilla no es llegar a cualquier sitio: esta ciudad forma parte de mi vida privada casi desde que nací. Mi familia materna tiene sus orígenes arraigados a esta tierra, en la que yo viví dos años de mi infancia tierna, en la que rodé mi primera película y donde me enamoré como una loca ».