Montserrat Gomendio desahucia a su exmarido del domicilio conyugal

«Esta noche me quedaré a dormir en casa de un buen amigo y mañana, ya veré. Tendré que buscar un hotel o algo, no sé». Las palabras de Eduardo Roldán expresan a la perfección el estado de incertidumbre por el que atraviesa un hombre que de la noche a la mañana se ve en la calle con una mano delante y una maleta detrás. El exmarido de Montserrat Gomendio , actual esposa de José Ignacio Wert, fue desahuciado ayer a mediodía de su domicilio en la exclusiva urbanización de Prado de Somosaguas, perteneciente a Pozuelo de Alarcón, sin previa notificación. Después de un largo litigio abierto por Gomendio hace casi tres años, ésta se ha salido con la suya. Eso sí, por ahora. «Ella quiere ganar a toda costa y ha actuado de mala voluntad. Es una situación muy injusta y para qué negarlo, me encuentro bastante mal» , declara Roldán a ABC.

Tras 23 años casados en régimen de gananciales, Gomendio y Roldán pusieron fin a su matrimonio en octubre de 2012, después de que ella abandonase el domicilio familiar del que ayer él fue desahuciado. El complicado proceso de divorcio debe dilucidar el reparto de un patrimonio que asciende al menos a 14,5 millones de euros pero que podría llegar, según ciertas estimaciones, hasta los 20 y que incluye casas en Madrid, Londres y Cambridge o tierras en Almería, además de beneficios de varias empresas de la familia de ella.

Una de las primeras medidas dictadas por la magistrada fue dividir el uso del domicilio conyugal de Pozuelo de Alarcón, que compraron en 1995, en periodos alternos de dos años cada uno. «A mí me asignaron los dos primeros años, así que me instalé aquí. Antes de que venciese el plazo el pasado marzo, presenté un escrito al juzgado pidiendo una prórroga de un año».

La vista para decidir si él tenía derecho a permanecer en la casa se ha aplazado en dos ocasiones. La primera vista estaba fijada para el 3 de junio pero finalmente por petición de su exmujer se postergó hasta el día 7 de octubre. El día anterior le comunicaron que se suspendía. La próxima citación es el día 29 de este mes. «Ese día voy a volver a pedir una prórroga».

A Roldán le duele que se haya tomado esta decisión de desahuciarle, mientras su exmujer disfruta de la vie en rose en una impresionante vivienda de 500 metros cuadrados en el corazón de París junto a su marido, embajador de España ante la OCDE. «Ella no va a venir a utilizar esta casa. De hecho antes de irse París vivía en otra vivienda. Lo que quiero es que se me deje vivir aquí hasta que se resuelva el contencioso de la división de sociedad de gananciales».

Ese juicio de reparto de bienes se encuentra en la Audiencia, en segunda instancia. Estos procesos tienden a dilatarse en el tiempo y la sentencia tardará en llegar. «Me duele mucho estar así tras 23 años casados cuando fue ella la que me anunció que se quería separar porque tenía una relación con la persona que ahora es su marido».