María Luisa Merlo, sobre Ana Diosdado: «Fue una segunda madre para mis hijos»
La primera esposa de Carlos Larrañaga recuerda a la dramaturga fallecida, que le sustituyó en el corazón del actor
Sobre el papel, ésta resulta una historia poco común, más novelesca que real. Es el relato de la larga y férrea amistad entre María Luisa Merlo y Ana Diosdado , dos mujeres que amaron y se casaron con el mismo hombre. Una había sustituido a la otra en el corazón de Carlos Larrañaga (fallecido en 2012), actor mayúsculo con hechuras de galán.
Fue un Don Juan encantador al que nuestras dos protagonistas jamás dejaron de querer, por mucho que las hiciera sufrir. No en vano, ellas no fueron sus únicas esposas. Dos veces más se casó Larrañaga -con María Teresa Ortiz-Bau y con Ana Escribano - y, como en las anteriores ocasiones, esos dos matrimonios acabaron en divorcio.
Pero en la baraja sentimental del actor sus dos primeras esposas fueron los ases de oros . Con María Luisa Merlo se casó en 1961 y se separó en 1975, aunque no obtuvieron el divorcio hasta noviembre de 1983. Tuvieron cuatro hijos: Juan Carlos, Amparo, Luis y Pedro . Con Ana Diosdado contrajo matrimonio dos veces: la primera, y de manera simbólica, en Londres en 1979 ; después, en Toledo, en 1987 . Su historía terminó en 1999. A Ana le destrozó la última infidelidad de Carlos con una compañera del teatro, cuando los tres trabajaban en la misma obra. Ya había tenido otros devaneos amorosos, pero este fue el que más le dolió a la creadora de « Anillos de oro ». Años después, un Carlos emocionado confesó a este periodista: «Ana ha sido el gran amor de mi vida y siento muchísimo el haberla perdido, aunque siempre contará con mi amistad».
Y amistad a prueba de todo fue el vínculo que mantuvo atadas a sus dos primeras esposas. Ni el amor ni el desamor de Merlo y Diosdado pudo jamás romper su recíproca lealtad . Y así queda patente en estas páginas. Cinco días después de que Ana Diosdado falleciera a causa de un infarto, a la edad de 77 años, María Luisa Merlo (74) recuerda con serenidad y melancolía a quien fue una aliada fiel e incondicional.
- María Luisa, más allá del dolor, ¿le sorprendió la noticia del falelcimiento de Ana Diosdado?
-Ana estaba enferma (leucemia) desde hacía mucho tiempo, pero yo la veía bastante bien. Me he disgustado mucho, muchísimo, aunque en el fondo creo que ha sido un bien para ella, porque ahora es cuando iba a empezar a pasarlo realmente mal.
- ¿Por qué lo dice?
-La enfermedad aún no se le había manifestado con toda su rudeza, pero estaba a punto. Ya la tenía cuando Carlos estaba enfermo (antes de fallecer, el actor sufrió un ictus y tenía un cáncer en las vías urinarias)
- ¿Estaba Ana junto a Carlos en los momentos en que era hospitalizado?
-No, ella nunca fue al hospital porque se lo pidió Carlos. Él no quería que le viera en aquel estado en que se encontraba. Ana era muy prudente y lo que sí hacía era hablar con él todo el tiempo por teléfono. Yo sí fui a verle porque me empeñé y porque a mí no hay quien me pare. Pero Carlos no quería que nadie le viera y menos ella. No quería que sufriera, Y, ya ves, ella le ha sobrevivido dos años a él.
- ¿Ana y usted se habían visto recientemente?
-Sí, la pasada semana vino a verme al teatro (en la actualidad, Merlo está en el Teatro Quevedo con la obra «Cosas de papá y mamá»). Salió entusiasmada. Yo la encontré como siempre, aunque ha sido una bendición cómo se ha ido. Doy las gracias porque se haya ido así, sin sufrir. Eramos grandes amigas y ella había sido una segunda madre para mis hijos.
- ¿Fue al esdificio de la SGAE a darle su último adiós?
-No, no pude ir. Pero Amparo sí estuvo. Ana fue una gran amiga mía.
- ¿Qué las mantenía tan unidas pese a todo?
-La mútua admiración. Además, teníamos un caracter muy parecido.
- Lo digo con cariño, pero ambas soportaron muchos años a Carlos .
-Las dos supimos llevarle muy bien. Carlos me dijo que lo peor que había hecho en su vida fue separarse de Ana. Fue el gran amor de su vida. ¿Cómo no la voy a querer si su comportamiento con mi familia fue maravilloso? Ana Diosdado fue la segunda madre de mis hijos.
- ¿Qué sabe de la obra que al parecer ha dejado escrita?
-No sé nada. Lo único que puedo decirle es que María José Goyanes ha estrenado una obra suya sobre Santa Teresa. Ana llevaba mucho tiempo sin escribir y lo había retomado.
- ¿Qué resaltaría de ella como profesional?
-Como actriz tenía un naturalismo increíble, pero como autora fue excepcional, maravillosa. Ahí está, por ejemplo, la serie «Anillos de oro».
- ¿Y qué le queda de ella como persona?
-Fue un ser humano sensacional. Comprensiva, inteligente... Ahora recuerdo que, la pasada semana, cuando vino al teatro me comentó que estaba cansada de luchar... A mí me gustaría morirme como ella, trabajando.
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