«Happy Birthday» es gratis

Un juez de Los Ángeles anula los derechos de autor de la felicitación musical «Happy Birthday to You», que Warner cobraba cada año

«Happy Birthday» es gratis abc

javier ansorena

¿Hay algo que dé mayor apariencia de dominio público que la canción con la que los estadounidenses -y medio mundo- felicitan el cumpleaños? «Happy Birthday to You», sin embargo, es una composición musical protegida por los derechos de autor que durante décadas ha proporcionado beneficios suculentos a su propietario, Warner Chappell Music, una filial de Warner.

Pero esta semana un juez federal de Los Ángeles paró la música de la caja registradora de la compañía: su señoría George H King dictó la anulación de la propiedad intelectual sobre la canción y la declaró de dominio público.

Nadie le pidió a Marilyn Monroe -acaramelada, seductora y con un vestido de pedrería- que pagara una tasa por el icónico «Happy Birthday, Mr. President» que le dedicó a John Fitzgerald Kennedy. Quizá porque Warner todavía no tenía los derechos, que adquirió en 1988 con la compra de la editora Birch Tree Group por 15 millones de dólares. Birch Tree fue la sucesora de otra editora musical, Clayton F Summy Co, la que registró los derechos de autor de la composición en 1935. La canción fue creada bastante antes por una maestra de Kentucky, Patty Hill, y su hermana mayor, Mildred. Fue en 1893, y la compusieron no como una felicitación de cumpleaños, sino como un simple tema infantil de «buenos días» para los niños de la guardería de Patty.

Warner empezó a exigir derechos de autor tras hacerse con los derechos de la canción. Jay Morgensten, entonces vicepresidente ejecutivo de Warner Chappell, aseguró a «The New York Times» un año después de la compra que había demostrado ser «una inversión muy buena» . Se calcula que la discográfica conseguía unos dos millones de dólares por año con la composición.

Gran negocio

La mayoría de la recaudación proviene de su uso en producciones teatrales, programas de televisión o tarjetas de felicitación musicales. Con la llegada de Warner, se llegó a rumorear que se cobraría hasta a los scouts que cantaban la canción en sus campamentos, algo que la empresa negó. Pero sí es cierto que algunos negocios que utilizan el tema -como cadenas de restaurantes- prefirieron ahorrarse disgustos y modificaron la letra. Porque precisamente eso es lo que estaba sometido a la protección que el juez ahora deniega. En su sentencia, asegura que el copyright original solo afectaba a unos arreglos de piano y no a la letra de la canción.

Quienes han estado detrás de la «liberación» del «Happy Birthday» son un grupo de demandantes a quienes entonarla les había costado un buen pellizco . Por ejemplo, dos cineastas a quien Warner había cobrado 1.500 y 3.000 dólares por su uso.

Ahora habrá que ver si Warner apela la decisión judicial o si esta provoca una cascada de demandas de perjudicados por pagos pasados. De este embrollo, algo queda claro: la complicada tela de araña judicial en la que se ha convertido el «Happy Birthday» da la razón a quienes optaron por cantar «Feliz feliz en tu día».

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