La muerte de Carmen Balcells empaña la puesta de largo de Preysler y Vargas Llosa en Madrid

El Nobel y la «reina de corazones» asistirán hoy al estreno de «Roberto Devereux» en el Teatro Real. Será la presentación oficial de la pareja ante la sociedad madrileña

La muerte de Carmen Balcells empaña la puesta de largo de Preysler y Vargas Llosa en Madrid efe

martín bianchi

La presentación oficial de la pareja Vargas Llosa-Preysler ante la sociedad madrileña será a bombo y platillo. Tras su tan comentada puesta de largo en Nueva York , el Premio Nobel y la «socialite» asistirán esta noche juntos al estreno de la temporada lírica del Teatro Real para disfrutar de la puesta en escena de «Roberto Devereux», de Donizetti . Se suponía que iba a ser una velada especial y feliz para ambos , la primera ante el «tout» de Madrid, incluidos los Reyes Don Felipe y Doña Letizia.

Sin embargo, la triste e inesperada muerte de Carmen Balcells , agente literaria histórica de Vargas Llosa y de otros grandes como García Márquez, empañará esta noche. «De hecho, no sabemos si Mario preferirá cancelar su asistencia . Carmen no solo era su agente, sino también su gran amiga y una de sus confidentes», señala una persona muy cercana al escritor. «Patricia Llosa también está destrozada. Ellas eran muy amigas y la noticia de su muerte la ha pillado en Washington , donde está pasando unos días con su hijo Álvaro», señala esta fuente. «Patricia está realmente triste por la pérdida de Carmen...».

Amiga y confidente

Cuenta la leyenda que cuando Vargas Llosa inició aquel escandaloso «triángulo amoroso» con su tía Julia y su prima Patricia , el novelista hizo el amago de dejar de escribir. Balcells, consciente del fatal error que estaba cometiendo su amigo, lo llamó para convencerle de que olvidara sus planes . También cuenta la leyenda que cuando el matrimonio Vargas Llosa pasó por una crisis, la agente volvió a mediar en pos de la armonía de su cliente.

«Fue mucho más que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella», reconoce el propio Nobel en unas emotivas palabras publicadas hoy en el diario «El País». «Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño en todo lo que hacíamos, no sólo en aquello que escribíamos», revela el autor de «La fiesta del chivo» y «La ciudad y los perros».

Son míticos los veraneos que el Nobel y su mujer compartieron con «la Mamá Grande» (así la llamaba García Márquez) en la clínica Buchinger de Marbella , donde el literato, la prima Patricia y la agente literaria se sometían a largas temporadas de ayuno y meditación . «Salimos siempre rejuvenecidos, más delgados, más optimistas y con mucho dinamismo para enfrentar esa experiencia que es volver al siglo, al mundo, a esa vida cotidiana , llena de preocupaciones y de tentaciones», llegó a confesar Vargas Llosa en alguna ocasión.

Ahora, la gran incógnita es si el Nobel y su todavía esposa volverán a verse las caras en el velatorio o en la misa funeral por la mítica agente. «Ambos eran amigos de ella, así que e stá por verse si coincidirán o no en el último adiós a Mamá Grande. Sería bonito que fueran ambos, se lo deben... », apunta otro íntimo del matrimonio Vargas. Lo que Carmen Balcells ha unido, ningún hombre (o mujer) lo separe.

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