La desastrosa vida de la hermana de Sienna Miller en Panamá

Además, de inseparables, las hermanas Miller (Sienna, de 22 años, y Savannah, de 36) fueron socias en lo que parecía una prometedora firma de moda, Twenty8Twelve, que abrieron en 2007 y con la que llegaron a estar presentes en la Semana de la Moda de Londres. Parecían haber encontrado la fórmula perfecta: el talento creativo de Savannah , quien se había formado como diseñadora en Central St Martins, y el glamour y la popularidad de Sienna , quien por aquel entonces estaba en la cresta de la ola cinematográfica, le llovían los contratos como modelo publicitaria y era presencia habitual en las revistas del corazón por sus idas y venidas amorosas con el incorregible Jude Law . Con el tiempo, la carrera de Sienna pareció llegar a un punto muerto, al igual que su relación con Law, de la que salió bastante escarmentada; además, atravesó una profunda crisis personal tras saber que ella era una de las múltiples víctimas de las escuchas ilegales del periódico sensacionalista «News of the World» , propiedad del magnate Rupert Murdoch.

Mientras, Savannah cerraba su firma tras perder el apoyo de los socios inversores , vendía su casa de Gloucestershire y emprendía una nueva vida muy lejos de Londres, en Panamá, junto a su marido (Nick Skinner, un profesor de jardinería en Devon, al que conoció en una boda) y sus hijos. Ayer, la hermana de Sienna, ya de vuelta a Inglaterra, relató al periódico «The Telegraph» su estremecedora experiencia en el país centroamericano , del que ha regresado para quedarse.

Entre lágrimas, la mayor de las Miller explicó que las razones que le llevaron a Panamá se debieron, sobre todo, al estrés y al arrojo de su marido, a quien ella define como «un aventurero salvaje». «Tuve tres hijos muy segudios y dos empresas. Todo resultaba muy intenso, así que pensé: "Tengo que parar, dar un paso atrás y, sencillamente, estar junto a mi familia. Así que lo hicimos. Nos mudamos».

Cuando se mudaron a Panamá, en el otoño de 2013, se instalaron en una tienda de campaña. Durante mucho tiempo no tuvieron agua corriente ni electricidad. Además, y aunque Savannah no era plenamente consciente, estaba sufriendo una depresión postparto. «Mi hijo pequeño no dormía seguido más de media hora y durante un año no paró de llorar . Por otro lado, lo había perdido todo. Encajar eso era muy duro».

Pero lo peor no había llegado. Un terrible accidente estuvo a punto de acabar con la vida del mayor de sus hijos, Moisés, de 8 años (los otros dos son Lyra, de 7, y Bali, de 3 años). La familia se encontraba visitando una reserva natural conocida por su variada fauna marina cuando el niño se puso de pie en la parte trasera de la embarcación en la que estaban recorriendo el lugar y cayó al agua. Una hélice le provocó un profundo corte en la pierna, que alcanzó el hueso. Tardaron dos horas en llegar a un hospital y, una vez allí, Moisés fue sometido a una operación sin anestesia general. Más tarde fue trasladado a un centro más grande en Ciudad de Panamá, pero los tendones habían quedado profundamente afectados. Savannah aún recuerda con horror cómo se sintió en aquellos momentos: «No estaba en Inglaterra, no tenía a mi madre cerca, ni siquiera disponía de una taza de té o cualquier cosa que me hiciera sentir mejor. Era lo más terrible que me había sucedido en la vida », explica.

Consciente de que estaba a punto de enfermar por la ansiedad, acudió a un terapeuta en Nueva York quien le confirmó que, además, del shock provocado por el accidente de su hijo, estaba atravesando una profunda depresión y tenía que abandonar Panamá .

Hoy las hermanas Miller se han reunido de nuevo en Inglaterra. Tras una serie de acertadas elecciones (en especial su intervención en la película «El francotirador» , de Clint Eastwood y junto a Bradley Cooper), Sienna ha recuperado su condición de estrella. Savvanah, por su parte, no ha tardado en recuperarse económicamente gracias a su fichaje para la firma Debenhams, donde hará al menos una decena de colecciones. Ahora mira hacia atrás y reconoce que aprendió de la experiencia . En la actualidad, lo más aventurado que hace, confiesa, es salir por la noche sin los niños. Y, obviamente, eso le hace feliz.