Un príncipe saudí compra el apartamento «encantado» de Joan Rivers
La presentadora reveló en el año 2009 que junto a ella vivía el fantasma de Mrs. Spencer, la primera propietaria del inmueble y sobrina de J.P Morgan
![Un príncipe saudí compra el apartamento «encantado» de Joan Rivers](https://s1.abcstatics.com/Media/201508/27/apartamento-joan-rivers--644x362.jpg)
Casi un año después de la muerte de la periodista Joan Rivers , su triplex del Upper East Side tiene nuevo dueño. Se trata del príncipe saudí Muhammad bin Fahd , de 65 años, que no ha tenido reparos en gastarse los 28 millones de dólares en el «penthouse» neoyorquino de 500 metros cuadrados de la presentadora.
Decorado de forma ostentosa, con inspiración en el Palacio de Versalles , parece que los ornamentos y el dorado no son del gusto del príncipe, quien según «Page Six» ya ha acudido al mismo con un decorador de interiores y algunos obreros. «Estuvieron aquí una semana después del Ramadán» , afirmó una fuente al periódico.
Posiblemente, el mayor problema de Bin Fahd no será deshacerse de las lámparas de araña o de las alfombras persas, sino e char a Mrs. Spencer, el fantasma de la vivienda . Y es que, según contó la presentadora en un programa de televisión, junto a ella vivía el espíritu de la sobrina de J.P Morgan , dueña original del inmuebe. La confesión la hizo Rivers en el año 2009 en el programa «Celebrity Ghost Stories». «Mrs. Spencer es bienvenida a compartir piso conmigo mientras quiera», reconoció la periodista, «me di cuenta de su presencia la notar que el apartamento estaba siempre demasiado frío y que mis electrodomésticos no funcionaban en condiciones» .
Rivers reconoció que llegó a estar «desesperada» por la presencia del fantasma. Hasta que se dio cuenta de por qué Mrs. Spencer estaba tan enfadada. «En su mente, ella era aún la gran dama y señora del edificio , y no le gustaba mucho la decoración que elegí para su casa», explicó. Por eso, la presentadora decidió contratar a dos videntes que le ayudaran a ponerse en contacto con la fallecida y llegar a un acuerdo para convivir pacíficamente en el piso.
Al final, la solución para que el espíritu se quedase tranquilo fue poner un retrato de Mrs. Spencer en el hall del edificio , con flores que se renuevan a diario.