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Esto ya no es Baden-Baden

El veraneo en Madrid ha cambiado tanto que ni las terrazas son lo que eran ni la alcaldesa se queda a las fiestas de La Paloma y vuela

Esto ya no es Baden-Baden archivo

ÁLVARO MARTÍNEZ

"Madrid, en agosto, sin familia y con dinero… Baden-Baden" . No hay entre todos los dichos sobre el veraneo en la capital ninguna exaltación más entusiasta sobre las presuntas ventajas de pasar aquí el mes de agosto, a poder ser en el papel de Rodríguez. La autoría de la frase se la disputan Francisco Silvela –según el Boletín de la Academia de la Historia (mayo-agosto de 2005) – y Mariano Ossorio Arévalo, marqués de la Valdivia, que al final casi ha quedado como padre principal de esa sentencia popular que aparece en el muro imaginario donde el casticismo (no hay nada más castizo que un marqués) ha ido escribiendo la otra historia de Madrid.

Ossorio dejó muchas frases anotadas en esa pared, filosofía labrada a pie de calle, en la barbería, en el Casino, en el mercado de La Cebada o en un mostrador de mármol, cuando las kermeses y cuando las verbenas en las Vistillas eran de verdad verbenas y no un botellón musical a tres euros el cubata subvencionado por el Ayuntamiento. Si Madrid era como Baden-Baden , había dos cosas que –según Valdivia– gustaban sobremanera a los madrileños: "los toreros valientes y las mujeres gordas".

La foto de la calle Serrano atestada de público en las terrazas –trincheras en primera línea de sed mientras se arregla la acera– venía a dar la razón a Silvela y a Ossorio, al menos en los cincuenta , cuando fue captada la imagen y los madrileños salían a tomar el fresco en chaqueta. Hoy todas esas americanas han desaparecido, sustituidas por una legión de caballeros en bermudas y chanclas. Tanto han cambiado las cosas que ni la alcaldesa de la villa se deja ver por la fiesta mayor del lugar. A ver si San Isidro tiene más suerte que la Virgen de la Paloma; pero estando la religión de por medio igual en mayo también "lamenta" no estar en la ciudad.

Carmena –simplemente Manuela, para sus fans– no deja de sorprender desde que tomara la vara de la alcaldía y lo primero fue mandar a fregar "a las madres". Quién iba a pensar que al "empoderamiento" y a la "democracia real" se entraba con un mocho y un cubo... También fue una pequeña decepción que no enviara al pregón de las fiestas, junto a la Casta y la Susana, a su sobrino Luis Cueto Álvarez de Sotomayor, el "hombre-orquesta" del Consistorio. Porque, además de coordinador general de la alcaldía y mandamás de Ifema, daba Cueto un Don Hilarión de película. "Máldita sea-la.."

Hace tiempo que Madrid en agosto no es Baden-Baden, la perla balnearia de la Selva Negra. Primero porque no hay mucho dinero, segundo porque el Rodríguez está en peligro de extinción y tercero porque las terrazas ya son de todo el año y a estas alturas ya anda uno harto del chorrito de agua difuminada que le cae en la cabeza, cual gota malaya.

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