El peor verano de Peña Nieto y Ángelica Rivera
Los desaires públicos entre el presidente de México y su esposa avivan los rumores de ruptura
No está siendo precisamente un verano de amor para el presidente de México, Enrique Peña Nieto . A la espectacular segunda fuga del narcotraficante Joaquín «el Chapo» Guzmán , el 11 de julio, de la supuesta mejor prisión de máxima seguridad del país, se sumó el asesinato múltiple, el pasado viernes 31, del fotógrafo Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera junto a otras tres mujeres. La investigación oficial apunta por ahora a un robo, pero la opinión pública ha convertido el caso en una nueva protesta contra el Estado por la situación de riesgo en que se hallan los periodistas mexicanos: Espinosa y Vera habían denunciado amenazas por parte de Javier Duarte, gobernador de Veracruz, de donde se exiliaron ambos hace unos meses y donde han sido asesinados 13 periodistas desde 2010.
Por si fuera poco, sobre la vida personal de Peña Nieto zumban insistentes rumores de separación de su mujer, la exactriz Angélica Rivera , conocida en México como «la Gaviota» por su papel protagonista en la telenovela «Destilando amor» (2007).
Las discordias públicas comenzaron a raíz del escándalo de la llamada «casa blanca» , un inmueble de cinco millones de euros a nombre de una constructora que ganó numerosos contratos en el Estado de México mientras Peña Nieto fue su gobernador y por el que fue Rivera, no el propio presidente, quien tuvo que dar explicaciones públicas. Pocos días después, fulminaron de manera intempestiva la agenda de primeras damas de la Cumbre Iberoamericana de Veracruz, celebrada a principios de diciembre.
El lunes 13 de julio, la periodista Fernanda Familiar sacó a relucir la palabra «divorcio» durante su programa de radio «¡Qué tal Fernanda!». «Se acabó ya la luna de miel en Los Pinos [la residencia oficial]», dijo la locutora. «En la relación con Angélica se nota ya el distanciamiento importantemente, ya ni la mano se dan».
Se refería Familiar al episodio del presidente y la primera dama en el Museo Virreinal de Guadalupe, en Zacatecas, durante la visita de los Reyes de España , que ABC recogió el pasado 8 de julio. En esas imágenes, se observa que Rivera intenta dar el brazo a su marido, pero este cede el paso primero a Doña Letizia, Don Felipe y Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia; cuando él le tiende la mano a su mujer, ella lo mira de arriba abajo, lo rechaza y ambos se quedan crispados.
La historia se repitió en París, durante su visita oficial con motivo de la fiesta nacional francesa. La primera dama salió del coche –altiva, con un vestido rojo– dejando colgado en el aire el brazo de Peña Nieto, quien después se lo retiraría con un ademán hosco cuando ella lo busca, después de saludar juntos al presidente François Hollande.
Vacaciones por separado
Unas fotos de Angélica Rivera en Verona junto a su hermano Manuel no han hecho más que echar leña al fuego : la primera dama se había quedado de vacaciones en Europa, mientras el presidente regresaba a México tras su gira de trabajo en Francia.
Tampoco ayuda a Rivera una pieza de la radio pública estadounidense, NPR, desvelando que aún no ha puesto a la venta la polémica mansión, como prometió . En ese reportaje, Paulo Carreño, uno de los portavoces de Presidencia, aclara que no se hará hasta que no se resuelva la investigación sobre el supuesto caso de conflicto de interés que la casa implica.
«Yo hablé de un divorcio y me quisieron censurar» , aseguraba Fernanda Familiar. La periodista también insinuaba que los problemas de salud del presidente, que ha sido operado dos veces desde que tomó posesión, quizá no le dejen terminar su mandato, y concluía: «Si mañana no salgo al aire, ustedes ya sabrán por qué fue».
Presidencia anunció el miércoles que Peña Nieto tomaría unos días de vacaciones, apenas cinco, hasta el lunes, sin especificar dónde los pasaría. Un verano corto, si verano.
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