Romario viaja a Suiza para demostrar que no es corrupto

Cuando esta semana vio su nombre estampado en una revista , acusado de tener una cuenta con dos millones de euros en un banco suizo, el senador y exfutbolista brasileño Romario de Souza Faria se montó en un avión a Europa. En menos de un día demostró que no es dueño de la cuenta y pidió explicaciones a la publicación en un mensaje en su red social. «Estoy desilusionado. Acabo de descubrir aquí en Ginebra, en Suiza, que no soy dueño de los 7,5 millones de reales (2 millones de euros)», escribió con ironía, debajo de una foto en Ginebra, en la que está en verdad muy sonriente y feliz de haberse sacado ese problema de encima. Más abajo Romario colocó una foto del documento bancario publicado por el semanario «Veja», con un sello rojo que dice «Falso».

La revista, que es la de mayor circulación en Brasil , afirmaba que encontró ese valor en una cuenta de Romario en el banco suizo BSI, que no había sido declarada por el deportista al fisco. El documento, según la publicación, sería del 30 de junio de 2015. El ministerio público informó de que no comentaría el caso y que datos sobre investigaciones fuera del país dependen de acuerdos internacionales. La asesoría de prensa del senador difundió que Romario viajó con recursos propios.

«Me gustaría que explicasen cómo consiguieron este documento falso » dice el exjugador, listando los nombres de los periodistas responsables del artículo y la revista. «Yo no finjo ser decente, no trato de ser serio ni de parecer correcto. ¡Lo soy!» , afirma Romario en su cuenta en Facebook.

La preocupación de Romario con la acusación, además de legítima, busca desvincular su imagen de la serie de casos de corrupción que han estallado en Brasil en el último año , dejando en vilo a prácticamente toda la clase política brasileña, desde la presidenta Dilma Rousseff al diputado menos votado.

Desde que entró a la política como diputado en 2011, Romario ha convertido la lucha contra la corrupción en la marca de sus gestiones. Sin despegarse de la imagen de «niño terrible», que conquistó como uno de los futbolistas más destacados de la historia brasileña, Romario se ha mantenido siempre en la polémica, al acusar sin pelos en la lengua a los principales dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), entre ellos su expresidente José María Marín, que se encuentra preso en Suiza desde mayo, por corrupción.