Pies: errores que hay que subsanar antes de enseñarlos
Siempre son los grandes olvidados, pero también exigen una serie de cuidados sobre todo ahora en verano
Cuando creíamos que la alcaldesa de Jerez metía la pata –nunca mejor dicho- en su toma de posesión, resulta que estaba siguiendo la «moda» que ya había marcado en su día la actriz Julianne Moore, en una ceremonia en Cannes. Y es que las mujeres más glamourosas también meten sus patas (y sus pies), cuando se suben a unas alturas que no les corresponden. Y eso, se paga.
PROCESO CENICIENTA. Así llama Ali Sadrieh, el gurú de los pies de Beverly Hills, a las operaciones podales que realiza a las actrices de Hollywood que han llevado zapatos más pequeños de lo que les correspondía. «Los tacones excesivamente altos y de zapatos muy cortos o estrechos son responsables de la aparición de juanetes y dedos de martillo» , explica el doctor Muñoz Piqueras, director de la Clínica Piqueras. «El remedio más simple pasa por utilizar sandalias de su número y con la puntera más ancha», aclara. La podóloga y fisioterapeuta Estela Pérez, responsable de la Unidad de Podología de iQtra, añade que lo más importante para prevenir su aparición es bajarse de los tacones y utilizar plantillas correctivas que corrijan una pisada que pueda predisponer a padecerlo. «También es clave que la sujeción del pie por parte del zapato sea la adecuada. Además, el calzado estrecho en verano no aguanta la dilatación natural que se produce en el pie al caminar con el calor» . De ahí las rozaduras y heridas (el Stick anti-fricción de Compeed es una especie de «salvavidas» para estos casos).
«En esta época del año, el calzado debería ser rígido, al menos en el enfranque y aunque sea abierto, que lleve sujeción tanto anterior como posterior», aconseja.
¿Cómo saber cuál es el zapato adecuado? En Nueva York, la doctora Suzanne Levine, con un Instituto en pleno Park Avenue, se ha hecho famosa porque aconseja a sus clientas el diseñador al que deben acudir según la forma de sus pies. Así sabemos, por ejemplo, que si se tienen los pies anchos son mejores Prada y Michael Kors y si son estrechos, Jimmy Choo y Manolo Blahnik.
PIES DE DISEÑO PARA ZAPATOS DE DISEÑO. El doctor Neal Blitz (Hospital Mount Sinai, Miami) recibe en su clínica con un texto que reza «pies de diseño para zapatos de diseño», porque las clientas le piden operarse los pies en función del tipo de la horma de los zapatos de su diseñador de cabecera (Manolo Blahnik, Christian Louboutin y Jimmy Choo…). Según el traumatólogo Ángel Villamor, director de la Clínica iQtra Medicina Avanzada, en España las mujeres no llegan con unos «Manolos» y le piden que les opere el pie para estar cómoda en ellos «pero si vienen para que intervengamos sobre los problemas que algunos zapatos les han ocasionado». De hecho, una de las operaciones más realizadas en nuestro país es el estrechamiento del pie, en casos en que es tan ancho que generan sobrecargas externas con el calzado.
EL TACÓN IDEAL. «¿Me puede operar el pie para poder soportar unos estiletos?». Aunque parezca broma, esta es una de las peculiares demandas que recibe el podólogo de las celebrities Ali Sadrieh, en su clínica de Beverly Hills. «El tipo de mujeres que viene a mi consulta necesita estos zapatos para proyectar confianza . En su mundo los tacones son parte de su look y no pueden prescindir de ellos», declaraba en una entrevista a un diario neoyorkino. Y, según un estudio de Compeed sobre mujeres imparables, la mitad de las españolas se sienten también más seguras de sí mismas y de los pasos que realizan en su vida, cuando llevan zapatos de tacón. «El problema de los tacones está más en el grosor que en la altura –explica Paco Muñoz Piqueras- porque si son demasiado finos la falta de estabilidad sobrecargará los pies». Según este doctor, los zapatos planos tampoco son los mejores porque provocan sobrecargas musculares, tendinopatías y durezas y callos. «La altura aconsejada es de 2 ó 3 centímetros».
SALIR DEL ENCIERRO. Los callos y durezas son dos de las maldiciones que padecen, de forma habitual o por épocas, el 100% de los pies a partir de aproximadamente los 10 ó 12 años. Y su principal detonante son los zapatos que rozan y aprietan o son poco transpirables. «Las fricciones reiteradas derivan en engrosamiento de la piel, como la falta de respiración es culpable de que tampoco realice bien su renovación, haciendo que se acumule más piel muerta, que se engrosa, se seca y forma callosidades», explica María José Ruiz del centro de Mani-Pedi Sai Tei.
¿Lo ideal? Someternos a una pedicura semanal. ¿Lo real? Como no encontramos el hueco ni para llamar a pedir cita al salón de belleza, tirar de limas eléctricas (PediSilk o ClarisonicPedi) para eliminar las durezas y aplicarnos una pócima emoliente de efecto peeling progresivo , como el roll-on Sénev, que hace desaparecer como por arte de magia, la sequedad de los talones. También el uso de ciertos AHAs (Bálsamo reparador de piel Esdor Vid Divine) da mejores resultados que la simple hidratación.
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