Kevork Kiledjian: «La elegancia no se puede comprar»

El diseñador francés presenta su nueva colección para la firma Ash

Kevork Kiledjian: «La elegancia no se puede comprar» Maya Balanya

ana mellado

Su padre, costurero para la firma Lanvin, y su hermana, diseñadora, inculcaron a Kevork Kiledjian su pasión por la moda. Tenía 10 años cuando posó para el proyecto final de carrera de su hermana y desde entonces, ha ido fraguando su propio estilo. Empezó en Francia diseñando zapatos y luego se mudó a Los Ángeles porque era la ciudad «en la que había que estar». Confiesa que la mayor satisfacción de hacer negocio en la moda es saber que la próxima vez tendrás más libertad para crear La firma ASH, de origen italo-francés vuelve a contar con él para su colección de la nueva temporada.

¿Qué vamos a encontrar en la nueva colección?

Está a medio camino entre lo casual y lo elegante con un estilo muy sofisticado.

¿Cuál es el secreto de la elegancia?

La elegancia es algo que no se puede comprar, es una mezcla de todo, pero sobre todo es actitud, educación y cultura.

Drew Barrymore, Gwyneth Paltrow o Michelle Obama han vestido sus diseños. ¿Conociste a Michelle Obama?

No, no la conocí. Estaba trabajando en Chicago y conocí al estilista de Michelle Obama y me dijo que necesitaba un vestido mío para una clienta muy importante. No me pudo decir las medidas, así que se lo ajustaron postoreriormente. Esto nunca pasaría en Francia, la primera dama llevaría algo de Dior o Chanel.

¿Hasta qué punto es importante que una celebrity vista sus diseños?

Si Sarah Jessica Parker o Kendal Jenner visten tu vestido vas a vender más, pero es un éxito muy a corto plazo. Por ejemplo, no creo que a Zara le importa si una celebrity lleva su ropa porque ellos ya son una firma con éxito muy consolidado y no les va a influenciar tanto.

¿Qué valoración hace de la moda en España?

La moda española está evolucionando mucho y el éxito de Zara ha posicionado al país en un lugar muy interesante. El estilo en cada país europeo es distinto y eso enriquece mucho la moda. En América es distinto porque no le prestan tanta atención, tienen un estilo muy relajado.

¿En qué se inspira a la hora de diseñar?

Me inspiro en la ciudad, en París. Tengo la oportunidad de mirar desde mi ventana y contemplar una estampa con gente de todo el mundo. Proyectar lo que a esas mujeres les apetecería llevar la próxima temporada. El estilo también evoluciona en París.

¿Y cómo ve a la mujer parisina?

La mujer francesa es muy clásica. Vaqueros tacones altos y una camiseta. Sexy, pero muy natural, clásico y tradicional.. Nunca sin ser demasiado, en cambio la mujer norteamericana a veces es demasiado, por ejemplo abusan del maquillaje. Todo forma parte de la cultura.

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