Jennifer López indigna con su actuación al Gobierno islamista de Marruecos

Había mucha expectación por ver si Jennifer López adaptaba su concierto en Rabat y lo hacía más recatado, para no desatar la ira del gobierno encabezado por los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo. Pero no fue así. La cantante del Bronx ofreció al público marroquí lo mismo que en cualquier otro show: poca ropa y mucha sensualidad.

Las críticas y el malestar en Marruecos no se hicieron esperar. El ministro de Comunicación, Mustafa al Jalfi, del PJD, escribió este domingo en su cuenta de Twitter que es «rechazable e inaceptable, además de contrario a la ley» que el espectáculo fuera difundido por la cadena de televisión pública 2M (que difunde todos los conciertos del festival Mawazine).

Alfi añadió que ha pedido al «comité de ética» de ese canal que «examine la dimensión ética de la difusión» del concierto, que se celebró en horario de máxima audiencia, entre las 9 y las 11 de la noche. El ministro no especificó los problemas "éticos" del concierto, pero un correligionario suyo, Abdessamad al Idrissi, cargó contra el concierto y contra el festival Mawazine, único del país donde desfilan artistas de la talla de Shakira, Rihanna, Ricky Martin o Justin Timberlake.