Cannes recibe con los brazos abiertos a la nueva «primera dama» de Francia
Una sonriente Julie Gayet presentó la película rumana «El tesoro», un día después de asistir a la fiesta de Chanel
No quiere que la traten como la nueva primera dama de Francia. De hecho, desde hace semanas vive en el palacio del Elíseo, pero es tal su empeño en pasar desapercibida, que, según han publicado diversos medios, jamás entra por la puerta principal y la mayor parte de los empleados ni siquiera se han cruzado con ella.
Pero fuera de su país, Julie Gayet, pese a que es una actriz con una sólida carrera a sus espaldas (ha trabajado para Bertrand Tavernier, Philippe Lellouche, entre otros), es la novia del presidente Fraçois Hollande, la sustituta de Valérie Trierweiller, y está condenada a circular por festivales y alfombras rojas con esa etiqueta a sus espaldas. Este jueves, Gayet ha estado presente en el photocall y la proyección de la película «El tesoro», del director rumano Corneliu Porumboiu, dentro de la sección «Una cierta mirada» del 68 Festival de Cannes . Con pantalón negro y camiseta marinera de manga larga, la actriz demostró que, de cara a los fotógrafos, tiene muchas tablas. Anoche fue una de las invitadas a la fiesta de organizada por Chanel y «Vanity Fair», uno de los saraos más glamourosos de la semana.
Mientras tanto, lejos de la Costa Azul, en París, Valérie Trierweiller, la expareja de Hollande, amenaza con sacar su arma más poderosa contra quien se atreva a burlarse de ella: la revelación de imágenes privadas y comprometedoras del presidente y su círculo más cercano. Tras una indirecta hacia ella en Twitter por parte del ministro de Finanzas, Michel Sapin, uno de los puntales del gobierno Hollande , Valérie respondió publicando una foto íntima y «chistosa» del susodicho, con una clara advertencia: «Ehh, Michel, en el siglo XXI, las mujeres tienen derecho a expresarse. Y los 3,5 millones de parados, también». Y siguió un bombardeo de mensajes que pueden resultar aterradores: «Ojo, queridísimo ministro de la Economía, que tengo fotos tuyas, íntimas y muy "divertidas". Ojo, queridísimo amigo, que esas fotos pueden interesar mucho, no solo a los parados».
Aviso a navegantes: más vale no enfadar a Valérie Trierweiler. Las consecuencias podrían ser demoledoras.