Los bebés reales se rinden a la Marca España
La moda infantil es un negocio real y un «real» negocio para muchas firmas españolas
Al pueblo británico le apetecía mucho tener su propia «princesita». Carlota de Cambridge ya ha se ha convertido en un negocio para el turismo y las ventas de los productos británicos. Pero incluso ha comenzado su vida poniendo en el mapa a la moda española. El gorrito de punto –e incluso el jersey y los patucos– que llevaba al salir del hospital el día de su nacimiento provenía de la tienda donostiarra de Susana y Ayago Villar, quienes, sin saberlo, han protagonizado las portadas de todo el mundo. Hace un par de meses llegó a su tienda, llamada Irulea, la madre de la nanny de los Cambridge, María Teresa Turrión Borrallo. La señora Borrallo hizo 300 kilómetros para llegar desde Palencia , fotografió varias prendas y las mandó por WhatsApp a su hija. Tras recibir el visto bueno, compró varios modelos.
Con más de 80 años de historia, la tienda Irulea se ha hecho famosa de la noche a la mañana por el gorro y la varita de una princesa mágica.
La labor de varias décadas se vio premiada con creces en el caso de la gallega Pili Carrera. Aunque había sido escogida por Doña Letizia para vestir a las Infantas Leonor y Sofía, la traca final llegó el día de la coronación de Guillermo de los Países Bajos: la Reina Máxima eligió para sus hijas su precioso y ya famoso vestido amarillo. Se trataba de un modelo en catálogo, realizado en jacquard amarillo con cuello de barco que llevaron Catalina Amalia, la Heredera al trono, y sus hermanas Alexia y Ariane. Pilar y Salomé Carrera tienen su centro de operaciones en Mos, cerca de Vigo, y celebran este año su 50 aniversario como marca. La intensa labor de años de diseño ya les había permitido vender en México y China, pero tras probar las mieles de la fama han llegado al Reino Unido, Marruecos y EE.UU.
Las dos estrellas que más y mejor han «publicitado» las marcas españolas por el mundo han sido la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. También es cierto que el físico les acompaña. Al elegir sus ropa, Doña Letizia ha cambiado de estrategia: mientras que en un inicio las dos hermanas iban vestidas iguales, ahora suelen aparecer con atuendos en consonancia, que varían en el tejido o el color. De pequeñas han llevado prendas del selecto taller asturiano de Teresa Fernández Castro y Nieves García Torres, a las que Doña Letizia también escogió para llevar a cabo los vestido de la Proclamación de Don Felipe. Los modelos de Nanos y las prendas de Mango o Zara se alternan con modelos más sofisticados de las mencionadas asturianas o de Pili Carrera. Los zapatos de Leonor y Sofía también son de factura española, ya sean abarcas menorquinas, zapatos de Nanos o bailarinas de Eli. Ellas son las verdaderas embajadoras de la moda infantil española en el mundo.
La Duquesa de Cambridge solía comprar la ropa para el Príncipe Jorge acompañada por su madre, si bien ahora lo hace sola. La elegida para vestir al pequeño príncipe en su primera visita a su hermana ha sido Amaia Arrieta , una española de San Sebastián con tiendas en Chelsea y Marylebone. Según se va corriendo la voz de las bondades de la moda infantil española, aumentan las marcas «de confianza» de la realeza europea. Fue en la tienda Amaia donde los Cambridge compraron el cárdigan azul que Jorge llevó al Hospital St. Mary. Amaia, que lleva diez años viviendo en Londres, pensó en su día que una tienda de ropa de niños sería una buena opción profesional. Ha declarado que sus prendas se fabrican en el sur de España y que la aparición del principito con ellas causó un boom.
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