El movimiento food truck hace parada en España
Ha tardado, pero ya está aquí: cocinar con los mejores productos dentro de camionetas y degustar esas delicias a pie de asfalto
Resulta curioso que un país como España, que presume por derecho de ser referente mundial de la cocina de vanguardia y con una arraigada cultura del ocio volcada en la calle, haya tardado en lanzarse a la pujante y divertida aventura del «movimiento food truck», habitual en Nueva York o Berlín.
El street food o comida callejera, se está implantando con fuerza y el movimiento, tras tantas trabas derivadas de una obsoleta legislación, ha ampliado sus dominios con los food trucks. Esas caravanas retro llenas de colorido y tuneadas son el boom del momento: comer de calidad sobre ruedas. Más bien, concentrarse en un punto neurálgico, para que la nueva hornada de jóvenes chefs que mantienen restaurantes de alta cocina salgan a la calle a ofrecer sus creaciones a precios «sociales».
Iniciativas como el Van Van Market de Barcelona, el Street Food Festival celebrado en Zaragoza y el movimiento MadrEAT que se ha impuesto en los jardines de la zona de Azca, en Madrid, son el nuevo aliciente para comer, beber, divertirse, conocer in situ a los maestros de fogones con estrella Michelin junto a emprendedores que se acercan con su camioneta cargados con productos artesanos de máxima calidad.
La forma de convocatoria es otro atractivo añadido: a través de la página web o de las redes sociales, cuando se trata de negocios en constante movimiento. Ya existen páginas, como «Food Truck Ya» o «Siga el Food Truck», en las que se informan de las nuevas propuestas. El fenómeno es imparable y la lista en España es cada vez más amplia. Con MadrEAT como eje (8, 9 y 10 de mayo), les mostramos unos suculentos ejemplos.
De madrid al mundo. La versión casi más genuina de la cocina chifa con el Chifa de Estanis Carenzo y Pablo Giudice y su inteligente fusión de las culinarias americana y asiática; Tepic, versión sobre ruedas de la cocina mexicana con unos tacos de pastor de lujo; Qúbel&Kabuki, con el genio de Ricardo Sanz y su cocina «japocastiza»; Tretenori, la «cocina rodada» de Mercato Ballaró; Chirón, que viaja desde Valdemoro para ofrecer en miniatura sus excelencias, o Alabaster, con la mejor despensa galaica.
Carreteras andaluzas. Seguimos a los foodtruckeros que circulan por nuestra piel de toro, como La Jamoneta, que pertenece a Sánchez Romero Carvajal y sirve tapas y bocadillos de embutidos ibéricos de la Sierra de Aracena. Ifood Comida, sobre ruedas en Málaga: perritos calientes y hamburguesas de todo tipo de carne, desde black angus hasta bisonte, acompañadas con patatas de luxe caseras. La Cayejera: un auténtico espacio gourmet rodante en Sevilla, que ofrece sabores del mundo: wok, tacos, ceviches, hamburguesas, tempuras, burritos, arroces...
Levante e islas. Y de Andalucía a Baleares, con El Perrito Callejero, la apuesta sobre ruedas del chef Koldo Royo en Palma de Mallorca, con sus hamburguesas de vacuno black angus y bocadillos gourmet. Y rodamos a Cataluña, con La Carletta, que se mueve por Gerona con sus perritos calientes; los bocadillos con productos de productores locales y zumos naturales de Toc Toc Rulot; Reina Croqueta, cuyas 25 variantes son famosas en Barcelona o Mr Frank and The Butis, con la butifarra como ingrediente de esta empresa sobre ruedas.
De este a oeste. Rematamos el periplo en la furgoneta LocaLolita, que se ve por Valencia, ofertando su gran variedad de perritos calientes y su abanico de guarniciones. Y del norte, A Tixola, la cocina responsable itinerante que funciona en verano en la zona de Ribeira (La Coruña), con una suculenta oferta como las presas (puñados) de percebes o navajas a partir de tres euros y productos del mar cocinados en horno de carbón y desespinados ante el cliente.
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