Sandra Ibarra: «Agradezco a María Pineda su coraje y ejemplo»
Activista en la lucha contra el cáncer, asegura que «aprendí a vivir todo con intensidad»
La lucha que desde hace 20 años sostiene la activista Sandra Ibarra contra el cáncer abarca todos los frentes. No sólo ha tenido que enfrentarse a la enfermedad en distintas ocasiones (ha sido diagnosticada dos veces de leucemia y ha tenido dos transplantes de médula), sino que desde el primer momento decidió que iba a hacer todo lo que pudiera por ayudar a la investigación contra el cáncer y a los enfermos.
Ayer Sandra, junto con la firma de baño Basmar, presentó la línea especialmente diseñada para mujeres a las que hayan practicado una mastectomía, Basmar Special Care by Sandra Ibarra, con el fin de «dar seguridad a las mujeres haciéndolas sentir guapas por dentro», a través de una colección que es se adapta perfectamente a sus necesidades, pero que luce una línea moderna y muy femenina.
Junto a amigas como Encarna y Toñi Salazar, las Azúcar Moreno («estamos muy tranquilas y centradas en nuestro trabajo», declararon), Mercedes Milá, Verónica Mengod o la diseñadora de zapatos Sara Navarro, Sandra confesó que «los momentos más felices de mi vida siempre los recuerdo cuando he estado enferma». Y se explica: «Vives todo con más intensidad. Cuando pierdes a una amiga como María Pineda, piensas que eres una privilegiada. La recordaré siempre radiante y guapa. Pero María no ha perdido la batalla contra el cáncer, simplemente no se ha curado. Ha sido un ejemplo de dignidad y coraje y eso hay que agradecérselo al igual que a tantas mujeres anónimas que nos dan una lección», asegura.
«La gente ha sido buenísima conmigo», comenta. Pero ella se ha volcado con todos. «Cuando me estaban haciendo el trasplante de médula, mi padrastro y mi abuelo se murieron de cáncer. Para mi madre fue tremendo. He vivido la muerte de cerca, pero tenemos una supervivencia emocional que te hace vivir al día y desarrollar el músculo del optimismo. Yo pienso en hoy, no en mañana», reconoce.
Una parte de mi vida
A pesar de su aspecto frágil, lo cierto es que Sandra ha demostrado tener una fortaleza que no es habitual. Convive con el cáncer cuando muchos de los que lo han superado no quieren ni oír hablar del tema y atiende a todos los que la llaman en busca de un consejo. «El cáncer es parte de mi vida, por eso nunca he dejado de hacer mis cosas incluso cuando ni veía», recuerda. A Sandra le cambia la cara a la pregunta de una posible boda con su pareja, el periodista Juan Ramón Lucas. «Ni nos lo hemos planteado. Llevamos once años y lo cierto es que tenemos la vida muy hecha. La boda no sería tanto por necesidad, sino por vivir una experiencia con toda la gente que te quiere. Creo que algún día lo haremos y será precisamente por compartir con nuestros seres queridos el momento. El problema es que tengo demasiadas cosas como para poder organizarlo como a mí me gusta. Lo que sí sé es que me casaré de blanco y que llevaré el lazo naranja de la Fundación Sandra Ibarra», asegura divertida.
En cuanto a una maternidad afirma que «es una responsabilidad muy grande y yo ahora no puedo parar con todo lo que tengo por delante. Pero es verdad que a mis 41 años se me está pasando el arroz. Lo que ocurre es que en mi caso sería con estimulación y si pienso el poco tiempo que tenemos libre, no sé si podría disfrutar de mi hijo como yo quisiera», finaliza.
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