Muere «la reina» de las dietas adelgazantes
Jean Nidetch, un ama de casa de Nueva York con problemas de peso, fundó en 1962 Weight Watchers
Nunca se permitía el lujo de saborear una porción de tarta en público, pero cuando llegaba a casa engullía cualquier galguería que encontraba en la nevera. Sus 97 kilogramos eran sin duda desmesurados para su 1,70 metros de estatura. Jean Nidetch, un ama de casa de Nueva York, había probado todo tipo de dietas. En 1961, después de que una mujer «la felicitase por su embarazo», acudió a una clínica de obesidad patrocinada por la Junta de Salud de la Municipalidad de Nueva York. A partir de ahí, comenzó a compartir las técnicas que le sirvieron para acabar con esos kilos de más, forjando el gran imperio contra la gordura, Weight Watchers. La reina de las dietas falleció el miércoles a los 91 años, en su hogar cerca de Fort Lauderdale, en Florida.
Jean había arrastrado desde su niñez un problema de sobrepeso y comía compulsivamente. Probó todo tipo de dietas, píldoras, sesiones de hipnosis y un sinfín de tratamientos, que sólo aumentaban la frustración de ver tanto esfuerzo en balde.
Pero aquella clínica de obesidad neoyorquina marcaría el final de su obesidad y el comienzo de un gran negocio. Perdió un kilogramo la primera semana. Sin embargo, no acababa de convencerle la manera en la que la dirección de la clínica impartía los talleres para acabar con esos kilos de más. Reunió a seis amigas con exceso de peso en su casa de Queens para compartir lo que había aprendido y hablar abiertamente sobre sus compulsiones a comer. Aquello se convirtió en un confesionario de glotonas. Tanto ella como las demás se sintieron aliviadas al hablar de su problema y de su idilio con las cookies hipercalóricas.
Auge de los «vigilantes del peso»
El 30 de octubre de 1962 alcanzó su objetivo de bajar hasta los 65 kilogramos. Cuando las reuniones semanales en su casa llegaron a congregar a grupos de hasta 40 personas, dos de ellas —Felice y Al Lippert— la convencieron de que podía lanzarlo como un negocio. Weight Watchers International fue fundado en 1963. La dieta de partida era el régimen nutricionalmente equilibrado que se recomienda en las clínicas de obesidad: carne magra, pescado, leche desnatada, frutas y verduras. En el destierro quedaban el alcohol, los dulces y los alimentos grasos. Pero el ingrediente crucial era el psicológico.
En menos de un año ya ofrecía clases en toda Nueva York, con docenas de participantes. Se abrieron cientos de franquicias, publicó un libro de cocina que vendió millones de ejemplares y en 1968, la compañía salió a bolsa.
Cuando Weight Watchers cumplió 10 años, 16.000 personas asistieron a una reunión multitudinaria en el Madison Square Garden, con la presencia de Bob Hope, Pearl Bailey y Roberta Peters. Pero la estrella era la señora Nidetch, una gorda ama de casa, como alguna vez se autodenominó, a la que aguardaba una larga fila de personas para conseguir su autógrafo.