Barack Obama, humorista por un día
La tradicional cena de corresponsales permitió al presidente exhibir su sentido del humor
Un gran acto para dejarse ver y contarse chistes no es probablemente lo más glorioso en la agenda anual del presidente de Estados Unidos y de la prensa norteamericana, pero por estúpida que ambas partes puedan considerar la cita, Barack Obama y la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca tuvieron de nuevo el sábado la cena que les junta a una misma mesa.
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« Los hermanos Castro están aquí. Bienvenidos a América », dijo Obama en un discurso en el que abordó asuntos de la política estadounidense en clave de humor. «¿Amigos, qué pasa?», añadió en castellano, dirigiéndose a los Castro. Ante la extrañeza de los 2.600 invitados - ¿es que acaso había realmente una noticia esa noche, con la presencia en Washington de los dos dictadores cubanos?-, el presidente dio entonces el quiebro: «Son los Castro. Hola, Joaquín, Julián». En la gran sala del hotel Hilton estaban los dos políticos demócratas de Texas. Joaquín y Julián Castro -este último es mencionado como posible compañero de ticket presidencial de Hillary Clinton-.
Rostros conocidos
La edición de este año tuvo menos asistencia de famosos de Hollywood que el año pasado, quizás ante las críticas de que el encuentro ha perdido todo su carácter profesional («The New York Times», por ejemplo, hace ya tiempo que no asiste) y ha derivado en un frívolo ágape, precedido y seguido de fiestas que organizan diferentes medios. Hubo no obstante algunos famosos, como Jane Fonda, Irina Shayk, Adriana Lima, Ashley Judd, Donald e Ivanka Trump, Michael Blumberg, Sophia Bush y Tea Leoni, quien protagoniza la serie de la CBS «Madam Secretary», en la que hace de secretaria de Estado. Leoni apareció en la cena con Madeleine Albright, verdadera secretaria de Estado durante la presidencia de Bill Clinton.
La intervención de Obama estuvo plagada de guiños sobre las controversias que llenan la política estadounidense. «Ser presidente nunca es fácil. Todavía tengo que arreglar la inmigración, formular algunos vetos y negociar con Irán. Y todo eso mientras encuentro tiempo para rezar cinco veces al día». Bromeaba sobre el rumor extendido en su día por algunos republicanos sobre su presunto credo musulmán.
También bromeó sobre el incidente de un pequeño drone de un particular que se estrelló en el jardín de la Casa Blanca. Obama proyectó un montaje de fotos en el que se veía a su vicepresidente, Joe Biden, dándole al drone con un bate de béisbol.
Pero donde más sarcástico estuvo el presidente estadounidense fue en sus referencias directas a los líderes republicanos. «Dick Cheney dijo el otro día», comentó refiriéndose a quien fue vicepresidente de George W. Bush, «que yo era el peor presidente en toda su vida; yo creo que él fue el peor presidente de mi vida». Los demócratas siempre presentaron a Cheney como alguien realmente influyente sobre Bush.
En cuanto a las elecciones primarias en ciernes de cara a las presidenciales de 2016, Obama tuvo ácidos comentarios sobre los aspirantes republicanos , aunque tampoco dejó escapar a Hillary Clinton. «Como sabemos, los correos electrónicos han puesto en aprietos a Hillary. Francamente, creía que iba a ser su cuenta privada en Instagram», afirmó, en referencia a la polémica por el borrado de correos oficiales hecho por la exsecretaria de Estado y su famosa foto con gafas oscuras tecleando en su teléfono móvil.
El broche de la noche lo puso la humorista Cecyl Strong, la cuarta mujer al que le corresponde ese papel en los 101 años de la gala. De sus bromas, la más comentada fue su alusión a los abusos cometidos por agentes de Policía contra afroamericanos desarmados . Comentó que los guardaespaldas que protegen a Obama «son los únicos que se meten en líos si se dispara contra un hombre negro».