Miriam Clegg, la española que inspira a 290.000 escolares británicas
La mujer del vicepresidente Clegg escenifica en la Tate Modern el éxito de su programa para animar a las estudiantes

La Tate Modern, a orillas del Támesis, cerca del Puente de Londres, siempre ha tenido mucha energía, no en vano era una central térmica reconvertida en un palpitante museo de arte moderno. En su vestíbulo está la sala de turbinas, un espacio inabarcable, donde se colocan –o instalan, que dicen los pedantes- inmensas obras escultóricas. Pero ayer la sala estaba ocupaba por centenares de niñas con sus uniformes escolares, muchos de ellos puro Harry Potter. Era la gran puesta en escena del proyecto «Inspiring Women», lanzado en octubre de 2013 por la española Miriam González Durántez , la mujer del vicepresidente del Gobierno británico, el liberal-demócrata Nick Clegg.
«Vimos una investigación fantástica, en la que decían que las niñas de entre once y veintiún años pensaban que no tenían demasiado acceso a mujeres que les pudiesen servir como referente. Y entonces nos dijimos: ¿Por qué no las llevamos a los colegios? Podemos ponérselas allí. Así surgió la idea», explica Miriam, de 46 años, una pucelana de Olmedo, católica, feminista y madre de tres hijos, abogada de porte enérgico y agradables facciones morenas.
El mecanismo es sencillo. Mujeres de diversos ámbitos con carreras profesionales asentadas acuden a las escuelas una vez al año y durante una hora cuentan a las alumnas su camino al éxito. Las exposiciones son realistas. La idea es animar a las chicas a trabajar duro y mantener altas sus esperanzas. «Inspiring Women» ha llegado ya a 290.000 alumnas de todo el Reino Unido y cuenta con un plantel de 15.500 voluntarias. Miriam incluso ha logrado la participación de Samantha Cameron, la mujer del jefe de su marido (el primer ministro), y de Justine Miliband, la esposa del líder de la oposición.
La escenificación del museo consistió en que un grupo voluntarias hablaron durante una hora cada una con un grupo de niñas, incluida la sonriente promotora de la idea. «Hay diez países que quieren importarlo, entre ellos España –explica González Durántez– pero siempre he dicho que primero teníamos que demostrarlo aquí».
Plena campaña electoral
Miriam asume estos días tres trabajos: es una abogada de prestigio y en activo, sigue promocionando «Inspiring Woman» y además se ha metido en campañ a para echar una mano al maltrecho Partido Liberal Demócrata que lidera su marido. «Hago campaña por apoyar los valores de las mujeres del partido, que comparto. Pero a mí nadie me ha forzado a hacer nada, porque soy una mujer adulta», aclara un poco a la defensiva.
Las últimas encuestas siguen hablando de un empate de conservadores y laboristas, con un 34% de los votos, después vendría el populista y eurófobo UKIP , con el 13% y los Liberal Demócratas estarían de cuartos, con un 9%. La prensa ha especulado con que el propio Clegg podría perder su escaño, lo cual hace que algunos columnistas que se han pasado cinco años poniéndolo verde comiencen a añorarlo.
¿Se quedará fuera su marido? «No, por Dios –responde convencida-. El balance del Gobierno ha sido muy positivo. Solo tienes que ver el país. No creo que la gente sea dura con Nick Clegg. Se verá cuando vayan a votar. La gente reconocerá que el partido ha hecho una cosa fantástica por el país, que es estabilizar la economía desde una situación muy difícil y hacerlo manteniendo una serie de políticas progresistas que sin ellos nunca habrían estado ahí».
Esta semana, Miriam ha aparecido en la prensa con una receta de cocina. Dice que fue algo casual, que le preguntaron y lo comentó: «Tenemos que comer, ¿no? ¿Tú no comes y no cocinas lo que comes?». Ideas claras.
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