Fórmula E
El último socio de Alejandro Agag es «Darth Vader»
El yerno de Aznar convence al multimillonario de la TV por cable John Malone –apodado «Darth Vader»- para que apoye su aventura en la F1 de los coches eléctricos
Alejandro Agag le ha vendido la moto al multimillonario estadounidense John Malone. Más que la moto, el coche eléctrico, porque el yerno de Aznar ha convencido a este magnate de la televisión por cable para que invierta en Formula E, su competición de carreras de vehículos propulsados por electricidad.
Malone ha debido oler que hay negocio, porque es uno de los empresarios más exitosos de EE.UU. Cuando Al Gore todavía era senador por Tennessee, le bautizó como el «Darth Vader» del cable. En los años 80 y 90, la ambición implacable de Malone le llevó a convertir Tele-Communications Inc., un pequeño operador de televisión por cable de Denver- en la mayor compañía del sector en EE.UU. En 1999 la vendió a AT&T por 59.000 millones de dólares.
Ahora será el máximo accionista de Formula E. El paquete accionarial combinado de Liberty Global –la compañía que agrupa sus inversiones- y Discovery Communication –que también controla Malone- será mayor que el del hasta ahora principal accionista, Enrique Bañuelos. El que fue en su día el mago del ladrillo seguirá dentro de Fórmula E como segundo mayor propietario, mientras que Agag será el tercer accionista.
«Darth Vader», que en los últimos años ha disparado sus inversiones en creadores de contenidos –hace poco adquirió un pedazo de Lionsgate, el estudio de Hollywood responsable de «Los juegos del hambre»-, llevaba tiempo empeñado en entrar en el negocio de las carreras coches. La Formula E, sin embargo, ha sido su segundo plato. El año pasado peleó por llevarse el 49% del rey de las competiciones de motor, la Formula 1 de Bernie Ecclestone. Pero las conversaciones con CVC Capital Partners, la inversora que controla este deporte, fracasaron en junio: Malone creía que la Formula 1 vale 1.000 millones de dólares menos que lo que decían sus dueños.
La entrada de Malone en la competición de coches eléctricos será un espaldarazo necesitado por Agag. La primera temporada de Formula E ha pasado ya su ecuador, con seis de las diez carreras disputadas –la última, el pasado fin de semana en Long Beach (California)-, pero no ha despegado entre el gran público, a pesar del apoyo de famosos como Leonardo DiCaprio o Richard Branson. La inversión de Malone podría convencer a fabricantes de coches para formar parte de Formula E–solo Audi, Renault y Mahindra tienen equipos- y mejorar la competición.
No se sabe cuánto dinero ha puesto Malone en Formula E pero seguro que, comparado con otras inversiones, será calderilla. A finales del mes pasado, llegó a un acuerdo para que Charter Communications –una compañía de cable que controla- adquiera Bright House Networks por 10.400 millones de dólares. La empresa resultante será la segunda mayor operadora de cable de EE.UU. El año pasado ya intentó comprar Time Warner Cable, pero le ganó la batalla Comcast, con una fusión de 45.000 millones de dólares que todavía tienen que aprobar los reguladores.
En otra cosa no hay nadie que le gane a Malone: en posesión de tierras. En 2011 sobrepasó a Ted Turner como el mayor propietario de terrenos en EE.UU. Apasionado de los caballos y humilde de puertas para adentro –todavía viaja en autocaravana en sus vacaciones de verano- controla grandes extensiones en New Hampshire, Maine, Nuevo México o Wyoming. Su devoción por el campo y su agresividad en los negocios están detrás de su otro apodo: el «cowboy» del cable.
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