«El público tiene necesidad de carcajadas»
Máximo Valverde y Eva Santamaría llevan a cuestas quinientas funciones de la comedia «Con ganas de reír», escrita por el actor
Máximo Valverde y Eva Santamaría se conocieron en el escenario del teatro Muñoz Seca, interpretando «Café de Chinitas», un espectáculo basado en textos de los hermanos Álvarez Quintero. En ella, cuenta el actor , «Eva hacía un papel pequeño –«era la última del reparto », apostilla ella–, y en las últimas semanas sustituyó a la protagonista. Era la primera vez que trabajaba como actriz , y descubrí una faceta cómica que no conocía, porque hasta entonces solo la conocía como cantante».
Máximo Valverde, uno de los galanes del cine español de la Transición, y Eva Santamaría, que representó a España en Eurovisión en 1993, protagonizan «Con ganas de reír», una obra escrita y dirigida por el propio actor y que llevan paseando por toda España desde el año 2011. Tienen ya quinientas representaciones a sus espaldas. «Hacía tiempo que tenía ganas de escribir un texto en torno a los castings. Es verdad que son algo muy serio en los que la gente se juega mucho, pero tienen un lado divertido que es el que yo escogí. Necesitaba una actriz que cantara, bailara, que fuera simpática y graciosa. Y esa era Eva».
En esa audición se sitúa «Con ganas de reír». «Mi personaje es un director amargado porque no encuentra a la actriz que necesita. Cuando está a punto de irse, aparece una “loca de Cádiz” que llega tarde y pregunta por el director». «Los de Cádiz llevamos en los genes llegar tarde», interrumpe entre risas Eva Santamaría. «El director no quiere saber nada de ella, no no le dice quién es y se hace pasar por el conserje del teatro. Sin embargo, adivina en ella las condiciones que necesita y se las ingenia para hacerle la audición sin que ella se dé cuenta».
No es, dice Máximo Valverde, un espectáculo de variedades. «Es una comedia con argumento, y dentro de él pasan muchas cosas:se convierte en un puzzle donde hay un poquito de todo: canciones, poesías, baile, sainetes... Y donde interpretamos a varios personajes».
El público siempre tiene ganas de reír, pero ahora «tiene necesidad de hacerlo», dicen los dos intérpretes. «Tenemos la costumbre de, al terminar la obra, dejar abierto el escenario para que la gente pueda venir y darnos su opinión. Nos gusta. Y lo más bonito es recibir el agradecimiento del público por lo bien que se lo han pasado». Aunque no es, dice Máximo Valverde, una comedia «solo para reír. Tiene sus momentos de ternura... Cambia cada diez minutos de registro». Añade Eva Santamaría que «al principio teníamos cierto miedo porque dura dos horas; pero en todo este tiempo no ha habido nadie que nos haya dicho que se le ha hecho larga. Al contrario;se quedan con ganas de más».
Dice la intérprete que descubrir la faceta de actriz ha sido «un regalo. Llevo cantando desde que era una niña –y cantar me ha traído muchas cosas buenas, entre ellas participar en Eurovisión –, pero descubrir el teatro, el escenario, ha sido maravilloso. Aunque cada día hagas lo mismo, nunca es igual. No se puede comparar una función con otra, y eso es único. El teatro está vivo y eso me llena y me hace sentirme viva. Yo me he enamorado del teatro».
Para Máximo Valverde la escritura no es nueva. «He escrito alguna que otra cosa, pero especialmente dramas y hoy en día nadie quiere hacer obras dramáticas, prefieren las comedias. He escrito también un par de guiones para cine , pero lo que más me gusta es la poesía. Escribo sobre todo para mí».
Afirman los dos actores que hay garantía de risa en el espectáculo. «Si cualquier espectador no se ríe al menos una vez le devolvemos la entrada. Todavía no hemos devuelto ninguna», dice orgullosa Eva Santamaría. «A lo mejor ha habido algún espectador que no se ha reído, pero no se ha atrevido a venir por prudencia», apostilla Máximo.