Sara Netanyahu, la «Maria Antonieta israelí»
Un exmayordomo presenta una demanda por acoso laboral contra la mujer del primer ministro
![Sara Netanyahu, la «Maria Antonieta israelí»](https://s1.abcstatics.com/Media/201503/04/sara-netanyahu-israel--644x362.jpg)
Ella era una azafata de la aerolínea israelí El Al. Él, un político en ciernes con ansias de volar alto en el escenario político de Israel. Se casaron en 1991. Pero lo que Benjamin Netanyahu nunca imaginó es que Sara (Tivon, 1958), esa mujer de la que se enamoró en un aeropuerto, acabaría por ensombrecer su figura en los momentos más decisivos de su carrera.
Mientras el primer ministro israelí afronta la recta final de la campaña electoral, de cara a los comicios del 17 de marzo , su propia esposa, con la que se casó en 1991, parece haberse convertido en su mayor enemigo. No hay día en que su nombre no salte a los titulares de la prensa israelí para protagonizar un nuevo escándalo.
Licenciada en Psicología, es una mujer dada a los gritos, con bruscos cambios de humor, que desahoga su ira lanzando zapatosy arrementiendo contra los empleados que trabajan en la residencia familiar. La columnista del diario Haaretz, Allison Kaplan, se refiere a ella como «La María Antonieta israelí».
Demanda del servicio doméstico
Meni Naftali es un buen conocedor de lo que se cuece dentro del domicilio familiar, ya que trabajó allí durante 20 meses. Primero como guardaespaldas y después como gerente. Ha denunciado al primer ministro y su mujer por supuesta conducta abusiva y humillación. Exige un millón de shekels (222.000 euros) de indemnización
Tras ser despedido, rompió el silencio: «El cambio de empleados era incesante. Muchos no querían trabajar con ella. Cerca de 30 personas acabaron su trabajo allí de mala manera». Según cuenta el propio Naftali, una noche a las tres de la madrugada la esposa del primer ministro le abroncó porque había comprado leche en bolsa y no en cartón como exigió. Otro empleado, Gay Eliyahu, relata que una vez que había terminado su jornada, Sara le llamó para que regresara a la residencia y le calentase un plato de sopa. Una niñera la demandó en 1997 por impago.
Aunque cada caso suma a la hora de defenestrar la imagen de una persona, quizá sean los gastos «excesivos» e «incorrectos» de Sara lo que pueda tener mayor repercusión en el plano político.
El interventor del Estado, Yosef Shapira, publicó el pasado mes de febrero un documento donde se detalla el despilfarro de la señora Netanyahu desde que su marido llegara al poder en 2009.
«Los costes no han sido acordes con los principios fundamentales de proporcionalidad, razonabilidad, ahorro y eficiencia» que ha de tener el primer ministro, según el informe de un Shapira, que fue nombrado por el propio Netanyahu en 2012, y que ha enviado las pruebas al Fiscal General, Yehuda Weinstein.
«Bottlegate»
Otro de los escándalos que han puesto contra las cuerdas al matrimonio Netanyahu ha sido bautizado como «Bottlegate». Según el diario Haaretz, la mujer del jefe del Gobierno se ha embolsado «miles de shekel» (un euro equivale a 4,5 shekel) de los depósitos de botellas vacías procedentes de la residencia del primer ministro que se han devuelto a supermercados de Jerusalén, a pesar de que los depósitos eran de propiedad estatal. Sara ha ido acumulando este dinero desde que su marido se convirtió en primer ministro en 2009 y al parecer, él lo sabe.
El líder conservador argumenta que todo forma parte de una campaña de desprestigio orquestada por sus rivales políticos y declaró que «respeto el informe del interventor del Estado, así como las críticas que contiene
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