Las claves para que tu hijo no tenga caries
Siete simples consejos, que se pueden cumplir fácilmente, y que te ayudarán a que tu pequeño mantenga su boca sana
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1234567No tomar tantos zumos
Si pensamos en las caries de nuestros hijos, inmediatamente pensamos en los dulces que toman. Pero no siempre, la causa de una caries es tomar un caramelo. O a lo mejor, el hecho de tomarlo no es tan preocupante como cuándo se lo damos a tomar. Sin duda, la buena salud empieza en una boca sana, así que es importante ir haciéndoles ver lo importante que es mantener la boca limpia pero no convirtiéndolo en una tarea tediosa y aburrida.
Todos podemos sufrir picaduras en los dientes. Los niños son los más propensos porque comen más a menudo y aún no saben cepillarse bien. Es importante que les enseñemos unas buenas pautas de higiene. Recuérdales que no deben abusar las chuches que tanto les gustan y que deben cepillarse los dientes cada día para que vayan cogiendo el hábito. Tú mientras, intenta seguir con ellos estos siete consejos, verás como evitas que aparezcan las temidas caries.
No tomar tantos zumos
Creemos que los zumos que les damos a nuestros hijos son sustitutivos de una pieza de fruta. Nada más lejos de ello. Los zumos que compramos en el supermercado están muy bien para quitar la sed, para un aperitivo pero ni de lejos son sustitutivos de una fruta. Tienen una cantidad tremenda de azúcares de todo tipo y si abusamos de ellos, lo que estamos es proporcionando una cantidad de azúcar innecesaria tanto para los dientes como para la alimentación de nuestros pequeños.
Cuanto más a menudo tome el niño alimentos o bebidas azucaradas, más probabilidades tendrá de tener caries (los dentistas recomiendan que los niños no ingieran alimentos y bebidas que contienen azúcar más de cuatro veces al día).
Los dulces, entre comidas
Si escribiese aquí que no debemos dar a nuestros hijos tantos dulces como golosinas, mermeladas, pasteles, galletas, postres y helados, estaría muy bien pero es complicado limitar el consumo, sobre todo, porque no sólo tú ofreces comida a tu hijo/a. Así que el consejo es que se los tomen a la hora de la comida. Si logramos que se lo tomen a la hora de la comida no estarán constantemente diluyendo azúcar en la saliva que pueda acarrear excesos y posibles caries.
Además, si se toman los dulces a la hora de la comida y luego se cepillan los dientes, eliminan posibles restos.
Para picar, palomitas
A muchos padres nos da pánico ofrecer palomitas a nuestros hijos por miedo a atragantarse pero la verdad es que el riesgo no es tanto como nos creemos. Los niños son muy listos y si les explicas que tienen que masticar bien y con cuidado de no atragantarse pueden comer palomitas, que además, les suelen encantar, sin problemas. Las tostadas, galletas de arroz y palomitas de maíz son una excelente opción para picar entre horas. Aportan energía, no engordan en exceso y ayudan a prevenir las caries. Estos aperitivos saludables son todo un acierto.
Dar agua y leche para quitar la sed
Cuando quieran beber algo entre horas o quitarse la sed lo mejor es un buen vaso de leche o dar un buen trago de agua. Los niños no paran de jugar y eso les hace sudar más que los adultos. Un vaso de leche o agua aporta hidratación y no contienen azúcar. Eso sí, leche entera sin añadir azúcar, que está riquísima tal y como viene en el envase. Un consejo, si os ven a vosotros tomarla así, ellos lo harán también. Los niños toman ejemplo de sus padres.
Sustituir el biberón por vasos
Los biberones son enemigos de los dientes sanos. Sobre todo, en los niños que acostumbran a beberlos durante la noche. Lo ideal es sustituir el biberón por vasos a partir del año. No es nada recomendable tomar las bebidas azucaradas en biberones y vasitos con tapa porque aumenta aún más el daño causado a la dentadura, en particular a los dientes delanteros.
Aunque parezca pronto a partir de los seis meses los bebés ya están preparados para empezar a beber en una taza de flujo libre y a partir del año pueden dejar de alimentarse con biberón. El biberón es muchas veces una fuente de consuelo para el niño y mucho menos sucio que los vasos para los padres pero los niños que utilizan biberón son mucho más propensos a sufrir caries.
Cepillar los dientes al menos una vez al día
Dos veces al día sería mejor, pero al menos antes de irse a la cama a dormir deberían adquirir el hábito de cepillarse los dientes sin que haya que recordárselo. Ya luego por la mañana, podríamos alentarlos y ayudarlos nosotros un poco. Y poco a poco, conforme van creciendo, ir haciéndolo también después de cada comida.
Es importantísimo que lo tomen como algo agradable, parte de su higiene y ya está. No hay que obligarlos demasiado y de nuevo, con lo que mejor aprenden es con el ejemplo. Juega con ellos a hacer caras raras delante del espejo mientras os cepilláis los dientes y cosas así. Si logras que cepillarse los dientes se convierta en un momento agradable del día, habrás ganado la batalla a las caries sin dudarlo.
Usar medicamentos sin azúcar
Este asunto, algunos padres ni se lo plantean. Y es importantísimo. Hay medicinas con gran cantidad de azúcar entre sus componentes y excipientes. Si lo tenemos en cuenta, existen sustitutivos que pueden tomarse y hacen el mismo efectos que los otros sin tener que atiborrar al pequeño de azúcares innecesarios.
Usar medicamentos sin azúcar es posible. Para los padres es aconsejable que pregunten siempre si hay disponible un medicamento sin azúcar sustitutivo en el mercado y recordar al médico sobre esto cuando realice una receta para el niño.