La Familia Real noruega, la más «pobre» de Europa
Lo asegura la revista «Tatler», la «biblia» de la realeza. El Príncipe Juan Adán II de Liechtenstein sería el Monarca más rico del continente
En toda familia hay un primo pobre. En el caso de la gran prole que forma la realeza europea, la Casa de Glücksburg, que reina en Noruega desde hace poco más de un siglo, sería la más humilde del Almanaque de Gotha (el directorio de las casas reales). Al menos así lo afirma la prestigiosa revista «Tatler» , la «biblia» de la nobleza británica, que este mes publica un ranking con el patrimonio de las diez casas reinantes en Europa.
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El propio Rey Harald V (77 años) confesó en su día que su cuenta bancaria personal arroja un saldo de 100 millones de coronas noruegas (unos 13 millones de euros). Según «Tatler», la austeridad de los Glücksburg se debe a su «precocidad» en el Trono (comenzaron a reinar en 1905 tras la disolución de la unión entre la actual Noruega y Suecia). «Pero siguen disfrutando de algunas extravagancias de sus antepasados: un tren real, un Cadillac de los años 30 que utilizan en actos oficiales y un yate construido en 1937», explica Matthew Bell, autor del reportaje. Con sus 80,2 metros de eslora, el «Norge» es el orgullo de los Glücksburg y la embarcación más grande de la realeza europea: sus 1.628 toneladas y una tripulación de 54 personas se imponen al «Dannebrog», el yate de la Reina Margarita de Dinamarca (74).
Los más pudientes
La familia reinante más rica de Europa habita en Liechtenstein, un principado de solo 160 kilómetros cuadrados. En el Castillo de Vaduz, una fortaleza que se remonta al siglo XII, el Príncipe Juan Adán II (68) y su hijo, el Príncipe Maximiliano, llevan las riendas del Liechtenstein Global Trust (LGT), un negocio familiar que muchos consideran como la gestora privada de activos y patrimonio más grande del continente, con casi 2.000 empleados y 20 oficinas en Europa, Asia, Medio Oriente y Sudamérica. Gracias a las operaciones de este complejo entramado financiero, el Príncipe Juan Adán, que estudió Negocios y se formó en el ya extinto banco Hambros de Londres, habría amasado una fortuna personal de 3.300 millones de euros.
Muy por detrás estarían los Windsor –el patrimonio de Isabel II se calcula en 420 millones– y los Orange-Nassau –330 millones–. Según «Tatler», estos últimos son también «los más transparentes de Europa». La Familia Real de los Países Bajos, que tras la británica es la segunda más cara de mantener, «cuenta con los sistemas de contabilidad más transparentes y son ricos sin necesidad de dinero público, ya que poseen varios millones en acciones de la petrolera Royal Dutch Shell», explica Bell en el reportaje, en el que se acusa a la Familia Real de los Belgas de ser «la más opaca».
La Familia Real española, la más barata del continente, ocupa un pequeño apartado en el que se aborda la pasión automovilística del Rey Emérito. «Juan Carlos I siempre tuvo debilidad por los coches rápidos. Se dice que llegó a tener hasta 70, incluido un Rolls-Royce Phantom IV que perteneció al General Franco», explica «Tatler». Pero la revista británica omite un pequeño detalle: la fabulosa flota forma parte de los tesoros de Patrimonio Nacional.