El año del adiós a Adolfo Suárez, Paco de Lucía, Botín, Gabo, Di Stefano...
Adolfo Suárez González - abc
Fallecidos en 2014

El año del adiós a Adolfo Suárez, Paco de Lucía, Botín, Gabo, Di Stefano...

Veinte personajes queridos y conocidos que fallecieron este año en diversas circunstancias

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Veinte personajes queridos y conocidos que fallecieron este año en diversas circunstancias

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  1. Adolfo Suárez, el presidente que inventó otra España

    Adolfo Suárez González - abc

    Tras once años de lucha contra el Alzheimer, Adolfo Suárez moría el 23 de marzo de 2014 a las 15.03 horas, en la Clínica Cemtro de Madrid. Dos días antes el hijo del primer presidente de Gobierno de la democracia, Adolfo Suárez Illana, había anunciado entre lágrimas el inminente desenlace y toda España aguardaba con el corazón en un puño el adiós al hombre clave de la Transición española, el presidente que inventó otra España, como quiso recordarle ABC.

    En el recuerdo quedaron los hitos de una vida que forma parte de la historia de España y las imágenes que permanecerán para siempre en la retina de los españoles, como aquella en la que se enfrentó a Tejero el 23-F.

    Don Juan Carlos manifestó su «consternación y pena» por la muerte de «un amigo leal» y «un «colaborador excepcional» en un sentido discurso de gratitud y dolor. Los Reyes presidieron el funeral de Estado de este artífice de la Transición que reunió a toda la España institucional, política y social. Ni la celebración de la Fiesta Nacional ni el aniversario de la Constitución ni ningún otro acontecimiento había tenido el efecto unificador del recuerdo a Adolfo Suárez. Un adiós de respeto infinito acompañó el cortejo fúnebre por las calles de Madrid. Sus restos descansan junto a su esposa Amparo Illana en el claustro de la catedral de Ávila. En su epitafio, la frase que resume un legado histórico: «La concordia fue posible».

    « Nadie consiguió tanto en tan poco tiempo», escribió en La Tercera el que fuera su vicepresidente en su primer Gobierno, Alfonso Ossorio.

  2. Cayetana de Alba, la «duquesa de todos»

    La duquesa de Alba, en una imagen de 2013
    La duquesa de Alba, en una imagen de 2013 - ángel de antonio

    «Cuando el martes 18 la duquesa de Alba regresó a su casa de las Dueñas miró sus paredes, sus muebles, sus pinturas, sus recuerdos y se quedó tranquila. Después de dos días en la UCI aquejada de una neumonía complicada con una arritmia cardíaca Cayetana sólo repetía una frase a su médico, a su marido y a los hijos.: «Quiero volver a mi casa, me prometisteis que no íbais a sacarme de allí». Por eso su vuelta a Dueñas fue para que lograra esa tranquilidad con la que, fuentes del entorno me aseguran, ha fallecido». Así narraba Beatriz Cortázar el adiós a la duquesa de Alba el pasado 20 de noviembre en Sevilla a los 88 años.

    María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva –nombre completo de Cayetana de Alba– era la mujer con más títulos nobiliarios del mundo y una mujer «irrepetible», en palabras de Carlos, Duque de Huéscar y heredero del Ducado de Alba de Tormes. El mismo día de su muerte escribía a ABC: «No he visto jamás aunar en una misma persona tanta pasión y, a la vez, tanta capacidad de raciocinio».

    La Jefa de la Casa de Alba desde 1953, tras el fallecimiento de su padre (Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó), era una mujer de gran personalidad que «logró preservar al mismo tiempo la grandeza patrimonial y cultural y la relevancia social de la Casa de Alba y a la vez fue capaz de hacer su vida como quiso hacerla», rezaba el editorial de este periódico al día siguiente de su muerte.

    Tres matrimonios, seis hijos, y un largo repertorio de acontecimientos marcaron la vida de una duquesa defensora a ultranza del arte y la cultura española y apasionada de la fiesta taurina y el flamenco. «Confieso que he vivido (...) y pienso seguir viviendo, aunque solo sea por esa cara de susto que ponen todos cuando les apunto con el dedo y les digo: ¡Os pienso enterrar a todos!. Me divierte esa expresión», era una de las célebres frases de la aristócrata que recogió su autobiografía publicada por Espasa en 2011, tras su boda con Alfonso Díez, titulada «Yo, Cayetana».

    El alcalde de Sevilla anunció su fallecimiento en esta ciudad que ella tanto quería y que se volcó en muestras de cariño tras su muerte. Más de 80.000 personas visitaron su capilla ardiente en las primeras tres horas. Destrozado, Alfonso Díez decía a su amiga Carmen Tello: «Qué va a ser de mí» mientras Eugenia, duquesa de Montoro, lloraba acompañaba por su hija Tana en aquel triste trance.

    Cayetana se fue cumpliendo su lema: «Vive y deja vivir». Sus últimas palabras a sus cuidadoras fue el colofón a una vida sin prejuicios: « No llamadme señora, llamadme Cayetana». Tras su funeral en la catedral de Sevilla, la duquesa de Alba fue incinerada en privado y sus cenizas depositadas en un columbario familiar en el templo de los Gitanos, bajo el Señor de la Salud.

    En julio de 2011, antes de su sorprendente boda con Alfonso Díez, la duquesa procedió al reparto anticipado entre sus seis hijos, Carlos, Jacobo, Alfonso, Fernando, Cayetano y Eugenia, de su herencia, un patrimonio valorado en 2.800 millones de euros protegido por Cayetana con esfuerzo y tesón. El árbol genealógico de la Casa de Alba continúa ahora con ellos.

  3. Paco de Lucía, el último dios del flamenco

    Paco de Lucía
    Paco de Lucía - abc

    La muerte sorprendió a Paco de Lucía jugaba al fútbol con sus hijos pequeños en la playa del Carmen de Cancún, su retiro de México. Un infarto fulminante acabó el 26 de febrero con la vida del más grande guitarrista de la historia del flamenco. Tenía 66 años y un disco de coplas en ciernes, «Canción andaluza», que se sumaría póstumamente a sus más de 30 discos. Míticos son los que grabó junto a Camarón de la Isla y que forman parte de la historia del flamenco. Juntos y después por separado, ambos revolucionaron este arte llevándolo por todo el mundo.

    España amanecía cuando llegó la noticia de la muerte del último dios del flamenco, en palabras de Alberto García Reyes, que tocó a Falla, reinterpretó a Lorca y descubrió al jazz las sonoridades del flamenco. «Paco fue inmenso, un portento», escribió Manolo Sanlúcar tras su muerte. «Hizo del flamenco una música universal», dijo Niño Josele.

    La muerte del maestro de la guitarra fue llorada por todos. «Sin palabras. El corazón roto. Un genio que se lleva muchas cosas, pero nos deja muchas más. Buen viaje», le deseó su sobrina Malú y Alejandro Sanz escribió: «Silencio... se me partió el alma... escucha su crujío... Hasta siempre compadre Paco de Lucía».

    Cientos de personas acudieron a su capilla ardiente en Madrid o miles acompañaron al genio de las seis cuerdas en su despedida posterior en Algeciras. El entierro colapsó las calles en una demostración de cariño y respeto al artista. La gente rompió a tocar palmas por bulerías entre lágrimas por Paco de Lucía, la guitarra que cantó.

  4. Gabriel García Márquez, el reportero de la magia

    Gabriel García Márquez, en su última aparición pública el 6 de marzo de 2014 - reuters

    La muerte de Gabriel García Márquez era anunciada, pero no por ello fue menos sentida. El escritor colombiano y premio Nobel de Literatura falleció en Ciudad de México el 17 de abril a los 87 años tras pasar semanas hospitalizado.

    El autor de « Cien años de soledad», la novela estandarte del «boom» latinoamericano y que sin embargo él acabó odiando, había aparecido por última vez ante los medios el día de su cumpleaños el 6 de marzo. «Gabo» saludó sonriente a los periodistas que le aguardaban en la puerta de su residencia en el sur de Ciudad de México y escuchó como cada año las «mañanitas» mientras sostenía un ramo de rosas amarillas, sus favoritas.

    A finales de ese mismo mes, ingresaba en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán» con un cuadro de deshidratación y un proceso infeccioso. Pasó ocho días ingresado y regresó a su casa, pero ya entrado abril, el diario «El Universal» publicaba que García Márquez se encontraba en la fase terminal de un cáncer y ya solo recibía cuidados paliativos.

    Hacía dos años que su amigo Plinio Apuleyo Mendoza había revelado en una entrevista que el Nobel había perdido la memoriaa consecuencia del Alzheimer diagnosticado en 2006.

    En 2004, con «Memoria de mis putas tristes», cerró una amplia bibliografía formada por una docena de novelas, así como cuentos, crónicas, reportajes y teatro. La saga de la familia Buendía de «Cien años de soledad» supuso la cumbre del «realismo mágico», aunque García Márquez sentía predilección por «El otoño del patriarca».

    El mundo entero lloró la muerte del genio. México y Colombia despidieron al escritor con multitudinarios homenajes, la lectura de sus libros y flores amarillas.

    En Estados Unidos, donde estuvo prohibida su entrada durante varias décadas desde comienzos de los años 60 debido a su actividad «subversiva», se conservará el archivo personal del escritor. El Centro Harry Ransom, de la Universidad de Texas, anunció en noviembre la adquisición de su legado que abarca más de medio siglo e incluye manuscritos originales, una ingente correspondencia; borradores de su discurso al aceptar el Nobel en 1982; más de 40 álbumes de fotografías personales; sus máquinas de escribir Smith Corona y ordenadores; y recortes de prensa de todo el mundo.

  5. Emilio Botín, el banquero valiente

    Emilio Botín
    Emilio Botín - ABC

    «Banco Santander lamenta comunicar el fallecimiento de su presidente, Emilio Botín». Con esta comunicación a través de la CNMV se informaba el 10 de septiembre de la muerte a los 79 años del presidente del Banco Santander. Emilio Botín había fallecido inesperadamente la noche anterior de un infarto de miocardio en su domicilio en Madrid. Cercano y carismático, había celebrado una cena con periodistas apenas unos días antes y había jugado un partido de fútbol benéfico.

    Botín era el banquero que descansaba trabajando y que dedicó su vida a convertir el Banco Santander en la mayor entidad por capitalización de España y de la zona euro. Al frente del banco desde 1986, logró la internalización del grupo y situó a España en el mapa financiero mundial.

    «Emilio Botín es, y será siempre ya, una referencia de la banca española y europea. Nos dejó muchas lecciones sobre el empeño personal, la constancia, la seguridad en lo que haces y la capacidad de crear equipos y liderarlos. Su ausencia genera un gran reto: el de que España sea capaz de crear otros líderes como Emilio Botín», escribió en La Tercera de ABC Rodrigo Echenique, presidente de Vocento y consejero de Banco Santander del que fue consejero delegado. Botín desarrolló un liderazgo de ideas, subrayaba en su editorial este periódico que definió al fallecido como «el banquero valiente».

    Su hija Ana Patricia Botín, heredera de una tradición bancaria con 105 años de historia, se enfrenta ahora al reto de sobrevivir a una leyenda.

  6. Isidoro Álvarez, el empresario discreto

    Isidoro Álvarez, en agosto
    Isidoro Álvarez, en agosto - JOsé Ramón Ladra

    Cuatro días después de la muerte de Emilio Botín, otro gran empresario fallecía en Madrid, también con 79 años. Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, había ingresado en el hospital Puerta del Hierro el mismo día del deceso del presidente del Santander por una insuficiencia respiratoria que derivó en una crisis cardiaca.

    Para este asturiano, nacido en Borondes, El Corte Inglés era su vida. Comenzó a trabajar en la empresa a los 18 años, compaginando su empleo con sus estudios de Ciencias Económicas y Empresariales que finalizó en 1957 con premio extraordinario. Al frente de la empresa desde 1989, tras la muerte de Ramón Areces, Isidoro Álvarez fue el impulsor del enorme desarrollo protagonizado por la empresa en los últimos años, con aperturas de nuevos centros y la expansión a Portugal. Precisamente uno de sus próximos proyectos era continuar con la expansión internacional de El Corte Inglés, después de haber dejado atrás la crisis y haber aumentado sus resultados, como se constató en la junta de accionistas de agosto. Fue el último acto público de este empresario que modernizó los grandes almacenes en España.

    «Es ahora cuando más nítida se hace la gran dimensión de personajes como Emilio Botín o Isidoro Álvarez y mayores son los motivos para seguir confiando en la capacidad de España para generar empresarios con energía especial», señalaba ABC en su editorial.

    Isidoro Álvarez fue un hombre entregado a sus grandes almacenes, cuya obsesión fue la innovación y el trato a los clientes («si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero»). Con El Corte Inglés entraron en España el escaparatismo, los precios fijos, las devoluciones, el envío a domicilio y las tarjetas de crédito, recordaba María Luisa Funes. « Ya es primavera» fue uno de los lemas que marcaron el calendario de los españoles.

    Dimas Gimeno, su sucesor, se enfrenta al reto de seguir creciendo y lidiar con las cuentas de la empresa que aún mantiene una deuda de 4.736 millones de euros. Para encargarse de las finanzas, Isidoro Álvarez fichó a Manuel Pizarro, consejero desde agosto, que será de ayuda para Gimeno en el futuro del Corte Inglés.

  7. Di Stefano, el inventor del Real Madrid

    Alfredo Di Stefano, en 2006
    Alfredo Di Stefano, en 2006 - afp

    Alfredo Di Stéfano, el hombre que junto a Santiago Bernabéu cambió el destino del Real Madrid, falleció a los 88 años en la capital de España al no poder superar la crisis cardiaca que le sobrevino cuando celebraba su cumpleaños días antes con su familia.

    Tras pasar varios días en coma inducido en el hospital Gregorio Marañón, el 7 de julio se producía el fatal desenlace. «Futbolista total, su nombre está grapado a la historia más deslumbrante del mejor equipo del siglo XX junto a una pléyade irrepetible de jugadores, los Gento, Puskas, Rial, Kopa, Pérez Payá, Mateos, Muñoz, Molowny, Zárraga y compañía», señalaba el perfil que Miguel Ángel Barroso dibujó en ABC de quien fue una leyenda en el Real Madrid.

    «Alfredo, el madridismo no te olvidará», señaló Florentino Pérez al enterarse del fallecimiento del hombre que «cambió la historia del Real Madrid y del fútbol». «Nos ha dejado el jugador más grande del Real Madrid y el mejor futbolista de todos los tiempos», dijo el presidente del club blanco.

    El primer miembro del club de los fantásticos, marcó el camino que siguieron Pelé, Cruyff, Maradona o Messi. El hispano argentino fue el hombre que descubrió la «Quinta del Buitre».

    «Un partido de fútbol sin goles es como un domingo sin sol» y «ningún jugador es tan bueno como todos juntos» son algunas de las frases de la «Saeta Rubia», que se enfundó por primera vez la camiseta blanca un 23 de septiembre de 1953.

    El Estadio Santiago Bernabéu donde tantos goles marcó el genial delantero blanco fue también el lugar donde se instaló su capilla ardiente y donde miles de personas acudieron a rendirle el último homenaje antes de ser enterrado en la intimidad en el cementerio de La Almudena.

    « ¡Gracias, viejo!», despidió con cariño ABC al «legendario delantero centro que elevó al Real Madrid a la cima del fútbol mundial».

  8. Tito Vilanova, el entrenador discreto

    Tito Vilanova
    Tito Vilanova - EFE

    La falta de noticias sobre el estado de salud de Tito Vilanova hacía presentir lo peor. El exentrenador del Barcelona, de 45 años, había ingresado días antes en la clínica Quirón por complicaciones en su estado de salud. Desde 2011 luchaba contra un cáncer en la glándula parótida del que había sido operado por primera vez en noviembre de ese año y que reapareció en julio de 2013, obligándole a renunciar al cargo.

    El 25 de abril, el cáncer vencía a Tito Vilanova. La muerte del técnico, padre de dos niños, conmocionó a toda España y especialmente a Bellcaire, el pequeño pueblo del Ampurdán donde nació. Tímido, reservado, educado, prudente y sobre todo buena persona, Tito se ganó el cariño de todo el mundo del fútbol.

    Heredero natural de su íntimo Pep Guardiola, logró en el banquillo del Barcelona la gloria que no tuvo como futbolista, igualando los cien puntos que firmó el Madrid de Mourinho.

    «Estoy tranquilo y fuerte. Todo irá bien», aseguró en su carta de despedida en 2013 en la que agradecía a jugadores, aficionados y directiva azulgrana su apoyo en los difíciles momentos que afrontaba. Atrás dejaba grandes momentos en el Barça, con cuatro Ligas y dos Copas de Europa en su haber, e inolvidables imágenes de su trayectoria.

    « Humanizó el fútbol», escribió en ABC su antiguo entrenador Jorge D'Alessandro. El club azulgrana, que lloró amargamente su pérdida, abrió el Camp Nou para las condolencias. Un gran crespón negro se instaló en el césped.

    «Mi pésame para su padre Joaquim, la madre Maria Rosa, su mujer Montse, su hija Carlota y su hijo Adrià», dijo Guardiola con un brazalete negro en homenaje a su amigo fallecido. «Éramos muy jóvenes. Nos queríamos comer el mundo y nos lo comimos. Sólo puedo decir que la tristeza que siento me acompañará toda la vida, para siempre».

    Montse Chaure y sus dos hijos acudieron al funeral celebrado en la Catedral de Barcelona para darle el último adiós. Su esposa lucía un reloj muy especial en la muñeca. Tito sacó fuerzas en sus últimos momentos para pedirle a un amigo que fuese a comprárselo en su despedida.

  9. Luis Aragonés, el seleccionador que volvió a hacer ganar a España

    Luis Aragonés, en 2008
    Luis Aragonés, en 2008 - EFe

    El año 2014 fue también el de la despedida del exseleccionador nacional Luis Aragonés, que falleció el 1 de febrero en la Clínica Cemtro de Madrid víctima de una leucemia que arrastraba desde hacía meses.

    Ligado en la mayor parte de su trayectoria profesional al Atlético de Madrid como jugador y entrenador, Luis Aragonés fue el seleccionador que volvió a hacer ganar a España, transformando el pesimismo en optimismo en el combinado nacional. «La Roja», con él al frente, se impuso por 1-0 a Alemania en la final de la Eurocopa de 2008. Quienes le conocían describen al « sabio de Hortaleza» como una persona reservada y leal, intuitiva y en permanente estado de alerta. Vicente del Bosque, que lo conoció desde que ambos eran jugadores, aseguraba que era uno de los mejores jugadores y técnicos de la historia de España, un hombre clave. «Fue el inductor de los éxitos de la selección española a escala mundial», dijo el actual seleccionador nacional.

    «Pero Luis fue grande desde mucho antes» -recordaba el presidente del Atlético, Enrique Cerezo- «como futbolista y como técnico del club. Ha sido una institución en el Atlético y ha sido querido en todos los equipos en los que trabajó».

    En su última entrevista en ABC, Aragonés habló de la figura del entrenador de fútbol, de las intentonas del Real Madrid por ficharle y no esquivó temas espinosos. «Le dije a Raúl que otros rendían más... no lo aceptó, pero el que mandaba era yo».

    Luis Aragonés ya forma parte de la leyenda del fútbol español.

  10. Ana María Matute, la magia de las letras españolas

    Ana María Matute, en 2011
    Ana María Matute, en 2011 - inés baucells

    Un mes antes de cumplir los 89 años, moría en Barcelona la escritora que trajo la magia a la literatura española sin dejar de dar testimonio de la dureza de la posguerra. Ana María Matute fallecía el 25 de junio por una crisis cardiorrespiratoria. La Real Academia Española (RAE), donde ocupaba la silla K, confirmaba la triste noticia.

    La autora de «Olvidado rey Gudú» trabajaba en otra novela, « Demonios familiares» que vio la luz meses después. « La Literatura ha sido el faro salvador de muchas de mis tormentas», afirmó en el acto de entrega del Premio Cervantes con el que fue galardonada en 2010.

    Matute temía el momento en que debía pronunciar ese discurso, más breve que el de otros premiados, pero que estuvo plagado de contagiosa emoción, de magia e imaginación. « Créanse mis historias porque me las he inventado», dijo entonces la escritora que comenzó en el mundo editorial en el verano del 36 en Barcelona y nunca dejó de escribir.

    «Primera memoria», la novela con la que se dio a conocer al ganar el Premio Nadal, «Pequeño teatro» o «Los hijos muertos» son otras de las obras que Matute dejó como legado a sus entristecidos lectores. «En todo el mundo de habla hispana se la considera una de las novelistas más importantes del siglo XX», señaló un apenado Mario Vargas Llosa.

    «A veces pienso que me caí de otra galaxia» y «lo peor en este mundo es sobrevivir», decía la escritora que consideraba que «la palabra es lo más bello que se ha creado» y «hacer llorar» era «el único pecado» en el que creía.

    En la avenida Virgen de Montserrat, donde vivía, quedó vacío el sillón donde la escritora comenzaba cada jornada con un crucigrama y sus gafas sobre el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

  11. Robin Williams, el payaso más triste de Hollywood

    Robin Williams, en 2013
    Robin Williams, en 2013 - EFE

    La inesperada muerte del actor que bordó tres décadas de cine cómico conmocionó a Estados Unidos. Robin Williams, de 63 años, era encontrado muerto en su casa de Tiburón, en la bahía de San Francisco. Las primeras sospechas que apuntaban a un posible suicidio se confirmaron con la autopsia. El protagonista de «El indomable Will Hunting», película con la que ganó un Oscar, murió por asfixia tras ahorcarse con un cinturón atado al cuello. Al parecer había tratado de cortarse las venas, ya que tenía heridas en su muñeca izquierda y se encontró un cuchillo junto a su cuerpo.

    «Hace tiempo que luchaba contra la depresión. Esta es una muerte trágica y repentina», señaló su representante, Mara Buxbaum. La esposa de Williams, Susan Schneider, que le había visto el día anterior a su muerte en su casa. confirmó que el actor había estado luchando contra la depresión y la ansiedad. Un mes antes tuvo que ingresar en un centro privado para tratar de reponerse.

    «He perdido a mi marido y mi mejor amigo, mientras que el mundo ha perdido a uno de sus artistas más queridos y uno de los seres humanos más bellos», se lamentaba Susan Schneider.

    Tenía razón la mujer de Robin Williams en que era uno de los más queridos. Películas como «El club de los poetas muertos», «Good morning Vietnam», «Señora Doubtfire», «Jumanji» o «El rey pescador» se reponen cada cierto tiempo siempre con éxito.

    En una desgarradora entrevista en «The Guardian» en 2010, el actor confesó que había empezado a beber en 2003, un año antes de la muerte de su gran amigo Christopher Reeve, por miedo «a todo. Es solo una sensación general de argghhh. Es timidez y ansiedad». El humorista exhuberante ocultaba una vida difícil de depresión, adicciones y dificultades económicas. A ello se había sumado la negativa de la CBS a renovar su última serie, «The Crazy Ones», por una segunda temporada.

    «La sobriedad de Robin estaba intacta y era valiente mientras luchaba sus propias batalla contra la depresión, la ansiedad, así como las primeras etapas de la enfermedad del Parkinson, que él aún no estaba dispuesto a compartir públicamente», reveló días después de su muerte su esposa.

    El adiós de su hija Zelda conmovió a todos: « Te quiero. Te echo de menos». «Tú, solo tú, tendrás estrellas que saben reír», dijo esta actriz en ciernes.

    « Era la tormenta de luz del genio de la comedia», afirmó tras su muerte Steven Spielberg. El presidente de EE.UU., Barack Obama, se sumó a las condolencias del mundo del cine y la televisión: «Era un hombre único en su género. Llegó a nuestras vidas como un alien y terminó tocando nuestro espíritu. Nos hizo reír y llorar».

    El risueño infeliz, como lo describió Oti Rodríguez Marchante, se fue dejando cuatro películas sin estrenar: «Noche en el museo 3», Merry Friggin Christmas», «Boulevard» y «Absolutely anything».

  12. Lauren Bacall, La Mirada

    Lauren Bacall, uno de los últimos mitos del Hollywood dorado
    Lauren Bacall, uno de los últimos mitos del Hollywood dorado - Abc

    A la trágica muerte de Robin Williams se sumó al día siguiente el fallecimiento de Lauren Bacall, uno de los últimos mitos del cine clásico de Hollywood. La actriz estadounidense murió el 12 de agosto en su domicilio a los 89 años, víctima de un derrame cerebral.

    Hija de un matrimonio de emigrantes judíos afincados en el Bronx, fue un mito desde aquel papel de protagonista en «Tener y no tener» (1944) con apenas 19 años. El magnetismo de su mirada atrapó al público... y a Humphrey Bogart. Se enamoraron durante el rodaje y a pesar de los 25 años de edad que les separaban, se casaron al año siguiente.

    Fueron la pareja de la Edad de Oro de Hollywood. Ambos rodarían después «El sueño eterno» (1946), «La senda tenebrosa» (1947) y «Cayo Largo» (1948) y permanecerían juntos hasta la muerte del actor en 1957. Bacall, que siempre antepuso su papel como esposa a la de estrella y se rió de la imagen de mujer misteriosa, se encontró viuda a los 32 años con dos hijos.

    Era la estrella que se portaba como una estrella. Su matrimonio con Bogart eclipsó, sin embargo, una trayectoria jalonada de éxitos («Cómo casarse con un millonario» , «Escrito en el viento», «Mi desconfiada esposa»). Al poco de quedarse viuda, Frank Sinatra la pidió en matrimonio y ella accedió, pero cuando el compromiso se filtró a la prensa, Sinatra desapareció.

    En 1961 se volvió a casar con Jason Robards, con quien tuvo a su hijo Sam, y del que se divorció ocho años después.

    Entre sus películas más destacadas figuran «Harper» (1966), junto a Paul Newman, «Asesinato en el Orient Express» (1974) y «El último pistolero», la última película en la que actuó John Wayne.

    Entre sus premios, además del Oscar honorífico, se encuentran dos premios Tony como mejor actriz en un musical por «Applause» (1970) y «La mujer del año» (1981), así como un Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su papel en «El amor tiene dos caras».

    Con una elegancia austera y misteriosa, Lauren Bacall también fue un icono de moda con un estilo propio.

  13. Miguel Boyer, arquitecto económico del «felipismo»

    El exministro Miguel Boyer, junto a Isabel Presley, en julio de 2012
    El exministro Miguel Boyer, junto a Isabel Presley, en julio de 2012 - efe

    Una embolia pulmonar acabó con la vida de Miguel Boyer a los 75 años el pasado 29 de septiembre. Había ingresado esa misma mañana de urgencia en la clínica Ruber Internacional de Madrid en estado crítico y poco después se conocía el fallecimiento del que fue un ministro de Economía decisivo.

    Fue titular de la cartera de Economía y Hacienda en el primer gobierno socialista de Felipe González (1982-1996) en un momento delicado para España, que por entonces se encontraba inmersa en una profunda recesión tras la crisis del petróleo de 1979. «Las medidas que adoptó, de carácter liberalizador y no contenidas en el programa electoral del PSOE, contribuyeron a que el país no se hundiera definitivamente en el bache», señalaba ABC al dar cuenta de la emotiva despedida de destacadas personalidades de todos los ámbitos en la capilla ardiente.

    « Fueron treinta meses que justifican una biografía», según Fernando González-Urbaneja, que destacaba entre sus acertadas acciones la devaluación de la peseta para recuperar competitividad, la subida de los impuestos para reducir el déficit, la política monetaria que articuló con el Banco de España, la repercusión a los precios energéticos del encarecimiento del petróleo o la reestructuración de empresas públicas y privadas amenazadas de quiebra.

    A Boyer se le recordaría sin embargo por el caso Rumasa en 1983 y el decreto ley de mayo de 1985 «que abrió la puerta a la recuperación económica y a la integración en la Europa comunitaria», apuntaba González Urbaneja.

    Nacido en febrero de 1939, dos meses antes de que acabara la Guerra Civil, en la localidad francesa de San Juan de la Luz donde sus padres acababan de exiliarse, pasó seis meses en la cárcel de Carabanchel en 1963 por su militancia socialista. En 1969 se licenció en Económicas en la Complutense con premio extraordinario. Fue diputado por Jaén antes de ser ministro de Economía y Hacienda con Felipe González, puesto del que dimitió el 6 de julio de 1985.

    Tras su salida del Gobierno ocupó las presidencias del Banco Exterior de España, de Cartera Central y de CLH, así como la vicepresidencia de FCC Construcción. Hasta este año formaba parte del consejo de administración de Red Eléctrica.

    El 28 de febrero de 2012 un ictus le dejó, entre otras secuelas, problemas de movilidad y le apartó de la escena pública.

    El exministro estaba casado desde hacía 26 años y en segundas nupcias con Isabel Preysler, la reina del corazón, con la que tenía una hija. Un enlace que además le llevó a ser desde entonces del interés del papel couché. Su primera mujer fue la ginecóloga Elena Arnedo, con la que tuvo dos hijos.

  14. Fabiola, la española Reina de los Belgas

    La Reina Fabiola de Bélgica en Motril, un mes después del fallecimiento de su esposo, el Rey Balduino.
    La Reina Fabiola de Bélgica en Motril, un mes después del fallecimiento de su esposo, el Rey Balduino. - ABC

    «Ha muerto la madre de todos los belgas» tituló el diario «La Libre Belgique» tras el fallecimiento de Fabiola de Mora y Aragón, la Reina consorte de los belgas durante más de treinta años por su matrimonio con Balduino I.

    Nacida en Madrid en 1928, Fabiola había pasado sus últimos años de vida en el palacio de Stuyvenberg, a las afueras de Bruselas, donde falleció el 5 de diciembre a los 86 años. «El Rey Felipe, la Reina Matilde y los miembros de la familia real anuncian con gran tristeza el fallecimiento de Su Majestad la Reina Fabiola, en la tarde de hoy en el castillo de Stuyvenberg, en Bruselas», rezó la escueta nota del Palacio difundida poco antes de las 8 de la noche.

    Hija de Gonzalo de Mora y Fernández y de Blanca de Aragón, se casó con Balduino en 1960. El enlace se consideró fundamental para la monarquía belga, tras la abdicación forzosa de Leopolddo III. Fabiola no pudo dar un heredero a Balbuino I, por lo que a la muerte del monarca en Motril en 1993, la corona belga pasó a Alberto II, el hermano de Balduino y después de la abdicación de éste el año pasado, a su sobrino Felipe.

    Muy popular durante los 33 años en los que estuvo al lado del Rey Balduino, la Reina Fabiola fue controvertida en los últimos tiempos a causa de sus finanzas. Las críticas a sus disposiciones sucesorias le obligaron a anular ciertos aspectos que se interpretaron como un intento de eludir las obligaciones fiscales de sus futuros herederos y el Gobierno belga se vio empujado a reformar el sistema de financiación de la Familia real y reducir su presupuesto.

    En los últimos años la preocupación por su estado de salud había ido en aumento en su país de adopción. En la boda de los Príncipes Herederos de Luxemburgo en 2012 ya se le vio cansada y debilitada. Necesitaba dos bastones para poder caminar con dificultad, pero acudió al Ayuntamiento de Luxemburgo para asistir a la boda civil de Guillermo y Stéphanie. «No se habría perdido la fiesta por nada del mundo», dijo entonces la televisión belga mostrando así uno de los rasgos de la Reina Fabiola que hace apenas cinco años se atrevía a desafiar las amenazas de asesinarla con una flecha, mostrándose en la tribuna del Desfile Nacional del 21 de julio con una manzana en la mano.

    Fabiola legó todo su patrimonio privado a la fundación Obras de la Reina, que ayuda a personas indigentes. En su multitudinario funeral, al que asistieron Don Juan Carlos y Doña Sofía, emocionó el canto de una salve rociera ante su féretro situado en el suelo, como señal de humildad. Cubierto con una simple bandera belga, era de color blanco, en señal de esperanza en la resurrección. Así se vistió ella misma en los funerales de su esposo. Fue el último guiño de Fabiola de los Belgas antes de reposar junto al rey Balduino en la cripta de la capilla del palacio de Laeken.

  15. Manuel Pertegaz, el caballero de la moda española

    El diseñador de alta costura Manuel Pertegaz
    El diseñador de alta costura Manuel Pertegaz - Abc

    «Se fue el sastre valiente», se lamentaba María Luisa Funes tras la muerte el 30 de agosto de Manuel Pertegaz, el delgado, discreto, callado y genial diseñador español que vistió a figuras como Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, la Condesa de Romanones o Ava Gardner y diseñó el traje de novia de Doña Letizia.

    El maestro de la alta costura falleció de una neumonía a los 96 años su casa de Barcelona. Aunque había nacido en Olba (Teruel) en 1918, residió desde los 9 años residía en la ciudad condal donde pasó casi 80 años de su vida dedicado a la moda femenina, entre mujeres, telas, hilos y agujas. Con sólo 25 años, y en plena posguerra, abrió su primera casa de modas de alta costura en un entresuelo de la Avenida Diagonal. En 1948 lo haría en Madrid y ocho años después comenzó a ser conocido internacionalmente, cuando con 36 años marchó a Estados Unidos junto a Valentino, Pierre Cardin o Pierre Balmain para presentar su colección.

    Suyo fue el vestido con el que Salomé ganó en Eurovisión en 1969 y muchos de los trajes de los años 70 de la Reina Sofía aunque el más especial fue el vestido de boda que diseñó para Doña Letizia. Meticuloso y elegante, Pertegaz sabía dar un toque de grandeza a sus prendas. Había sido premiado por doquier dentro y fuera de España, pero la elección de su firma para la boda real fue su mayor homenaje en vida.

  16. Óscar de la Renta, el dandy latino que hizo más bella a la mujer

    Óscar de la Renta, en 2008
    Óscar de la Renta, en 2008 - jaime garcía

    El diseñador Óscar de la Renta perdía su batalla contra el cáncer el 21 de octubre de 2014. Hacía solo una semana que el diseñador nacido en Santo Domingo de padres españoles en 1932 había anunciado a su «delfín», Peter Copping, como director creativo de su compañía y ya en sus últimas apariciones, como durante la Semana de la Moda de Nueva York en septiembre, se le había visto muy desmejorado.

    La mujer del modisto, Annette, confirmó la trágica noticia a la prensa estadounidense. El genio de la moda, que dio sus primeros pasos en Madrid, murió en la ciudad de Connecticut, donde trataba de superar un cáncer.

    De la Renta fue uno de los nombres más importantes a nivel internacional durante más de cinco décadas, vistiendo a casi todas las primeras damas de la Casa Blanca desde Jacqueline Kennedy. Recientemente había sido noticia por haber vestido a la abogada Amal Alamuddin en su boda con el actor George Clooney en Venecia.

    «Su especialidad siempre fueron los trajes de noche, con telas, cortes y caídas inolvidables», señalaba al día siguiente ABC. De la Renta recibió en 2013 el oremio CFDA, conocido como el «Oscar de la moda».

  17. Peret, el rey de la rumba

    El cantante catalán Peret, en una imagen de 2009
    El cantante catalán Peret, en una imagen de 2009 - efe

    Genio y figura, Peret pidió ser enterrado al ritmo de «No estaba muerto, estaba de parranda» en el cementerio de Mataró, su ciudad natal, junto a su abuelo. «El muerto vivo» es una de las canciones más conocidas del rey de la rumba aunque «su legado es inmenso, ha vendido millones de discos y fue una época en la que todas las discotecas de España cerraban con sus temas», señalaba su representante.

    Al cantante le habían detectado un cáncer de pulmón en julio mientras ultimaba un disco en catalán y preparaba otro en castellano. «Estoy siguiendo el tratamiento correspondiente y los médicos me aseguran que no tardaré mucho en subirme de nuevo a los escenarios, que es lo que más me gusta en el mundo», señaló entonces en un comunicado. El cáncer, sin embargo, fue fulminante. El 27 de agosto Pedro Cubill Calaf, gitano de Mataró, fallecía a los 79 años en la clínica Quirón de Barcelona.

    Peret dejaba medio siglo de música en el que tuvo tiempo para retirarse por una vocación religiosa, regresar para los Juegos Olímpicos de Barcelona, ser el centro de una polémica al participar en un concierto independentista en 2013 y, sobre todo, poner banda sonora a varias generaciones de españoles. La rumba catalana se quedó huérfana.

  18. Yago Lamela, el genio del atletismo español

    Yago Lamela en la prueba de salto de longitud en la que ganó la medalla de bronce en el Mundial de Atletismo Paris 2003
    Yago Lamela en la prueba de salto de longitud en la que ganó la medalla de bronce en el Mundial de Atletismo Paris 2003 - EFE

    Voló 8,56 metros y luchó por ser el mejor saltador de longitud de su tiempo, pero no logró huir de las depresiones que le acompañaron desde que las lesiones le obligaron a retirarse. Yago Lamela fue hallado muerto en su domicilio de Avilés. Solo tenía 36 años.

    Subcampeón del mundo en 1999, había atravesado por diferentes etapas depresivas desde que en 2009 abandonó el atletismo. Lamela intentó buscar otro rumbo a su vida, pero perdido lejos del deporte, fue ingresado en una clínica de psiquiatría cerca de su Avilés natal en 2011. Salió poco después, pero nunca llegó a recuperarse del todo.

    Le encontraron muerto en su casa, sin aparentes signos de violencia.

    «Es un golpe durísimo. Pero quiero quedarme con lo mejor de él. Yago Lamela fue un chico tímido con un talento tremendo que rompió moldes en favor del atletismo español», escribió Concha Montaner, subcampeona europea de salto de longitud y compañera de entrenamientos del atleta fallecido.

  19. Álex Angulo, un secundario de lujo

    El actor Álex Angulo
    El actor Álex Angulo - efe

    El cine y la televisión se tiñeron de luto el 20 de julio al conocer la trágica muerte del actor Álex Angulo en un accidente de tráfico en La Rioja, cuando se dirigía a los alrededores del Moncayo, donde rodaba una película. El vehículo que conducía se salió de la vía en la autopista AP-68, en el término municipal de Fuenmayor, y los servicios de emergencia nada pudieron hacer por su vida.

    Capaz de encarnar con maestría a personajes divertidos, entrañables o villanos, a lo largo de su carrera participó en casi medio centenar de películas aunque su interpretación más célebre fue como enemigo acérrimo del diablo en «El día de la bestia».

    Angulo había abandonado su carrera como maestro para «enrolarse» como actor de teatro. Pasó sus primeros años en la compañía Karraka, hasta que en 1981 Imanol Uribe le fichó para «La fuga de Segovia» y se le abrieron las puertas de varios programas de la televisión vasca.

    En 1990, en el rodaje de «Todo por la pasta», conoció a Álex de la Iglesia, con el que lograría dos nominaciones al Goya por «El Día de la Bestia» y «Muertos de Risa». De la Iglesia apenas pudo hablar al conocer la noticia de su muerte.

    El Blas Castellote de «Periodistas» sería otro de los papeles memorables para el gran público de este vizcaíno que siempre fue un sólido secundario. Rodó con Pedro Almodóvar, Guillermo del Toro ó Icíar Bollaín y prestó su voz en filmaciones y ficciones sonoras para radio como «Drácula», «La Vida de Brian» o «Blade Runner».

    En 2010 Álex Angulo logró la que su última nominación a los premios españoles del cine. Fue por su papel en «El Gran Vázquez», de Óscar Aibar, donde interpretaba al administrador Peláez que trataba de poner firme al dibujante interpretado por Santiago Segura. «Era sencillamente encantador (...) Perdóname la expresión pero ¡con la de gente que podía morirse le tiene que tocar a Álex!», dijo éste al enterarse de su muerte.

    Tras «Zipi y Zape, el club de la canica», sus últimas participaciones en la gran pantalla fueron en «Bendita Calamidad» y «Justi&Cia», que no llegó a ver estrenar.

  20. Darío Barrio, la eterna sonrisa de la cocina

    El cocinero Darío Barrio
    El cocinero Darío Barrio - ernesto agudo

    Darío Barrio era un experimentado saltador y había practicado varias veces el salto, pero el 7 de junio el paracaídas no se abrió y el popular cocinero cayó en la falda del Castillo de Segura de la Sierra, en Jaén.

    El accidente tuvo lugar durante el Festival Internacional del Aire «El Yelmo». Barrio participaba en el espectáculo de salto de base —modalidad del paracaidismo que consiste en saltar desde un objeto fijo y no desde una aeronave en vuelo—desde el Castillo de Segura de la Sierra con la que se abría el Festival. Sobre las 21,00 horas, saltó desde un paramotor, pero su paracaídas falló y su cuerpo se estrelló contra las rocas de la montaña en la que se levanta el castillo ante la mirada del numeroso público que asistía al espectáculo.

    Darío Barrio se había trasladado a Segura de la Sierra para participar en el festival, junto a Armando del Rey, Santi Corella y Dani Román. En el espectáculo se rendía un homenaje a Álvaro Bultó, que estuvo presente en el FIA 2010 y que falleció en agosto del año pasado en los Alpes suizos a los 51 años practicando wingfly, un deporte de riesgo que consiste en un salto con un traje de alas.

    La eterna sonrisa de los programas de cocina y padre de dos hijos fallecía con tan solo 42 años. Fue un día negro para los fogones españoles. Chicote se despedía así de Darío Barrio: « Vuela amigo, se te quiere»

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