Fran Rivera: «Cada uno debe saber dónde tiene que estar»

El tributo que ha tenido que sufragar Fran Rivera para dar el pistoletazo de salida a su sevillano mercado gourmet Lonja del Barranco, ha sido responder a la prensa después de su notable ausencia en el entierro de la duquesa de Alba, solo un día antes de que su madrastra, Isabel Pantoja, entrara en prisión.

Sin duda, la «cuestión de estado» de la pasada semana fue la ausencia de Fran Rivera, el único «ex» de la duquesa de Alba que no asistió a su sepelio (tampoco su «nuera en vigencia», la «sirena» Melani Costa). Su viaje a México «para asistir al cumpleaños de un amigo que llevaba organizado desde hace mucho tiempo», según nos aclara también le impidió estar en suelo patrio el día del ingreso en prisión de su madrastra Isabel Pantoja. La cuestión es que después de «haber disfrutado mucho» en la tierra de Moctezuma, este martes desembarcaba en España para la inauguración en Sevilla de su mercado gourmet: Lonja del Barranco y, claro, la lluvia de micrófonos, flashes y llamadas telefónicas, fue una verdadera hemorragia.

Buen conocedor de la cosa mediática desde que echó su primer diente, no esquivó preguntas –aunque las regateó armado de parquedad–, ante el día promocional que le quedaba por delante: « Es una pérdida muy grande . Me da mucha pena que se haya muerto la duquesa y también el haber visto a mi hija tan triste por la pérdida de su abuela»... Pero «mi sitio no era ese, y era de sentido común que no acudiera. Hay que ser coherente con las situaciones. Cada uno debe saber donde tiene que estar, en mi caso: las 24 horas a disposición de mi hija», finiquita el hijo de Paquirri. Su pequeña Tana, precisamente, fue el motivo por el que la duquesa rompiese su relación con el diestro, después de que este decidiera llevar a los tribunales a Eugenia para hacerse con la custodia de la niña. Con un océano de distancia, asegura haber dado el pésame a su exmujer «y algún hermano suyo con el que más allegado estoy», y afirma que le parece perfecto que su hermano Cayetano y Eva González, con quien compartió relax en tierras aztecas, asistieran a dar el último adiós a su exsuegra. Visiblemente molesto por estas preguntas, y cierro paréntesis, aún podemos arañarle una opinión acerca de la entrada en prisión de la tonadillera, «es una decisión de la Justicia y tendrá que cumplir su condena», aclara quien, el martes, aún no se había puesto en contacto con su hermano Kiko.

Al final de estas preguntas incómodas se percibe una sonrisa cuando abordamos su «sueño»: el mercado gourmet Lonja del Barranco: «Estoy contentísimo... Un espacio como este, diseñado en su día por Gustave Eiffel, con una capacidad para 2.000 personas y con veinte puestos como protagonistas. Ahora, ¡el toro ya está en la plaza! Y pinta muy bien: tiene buenas hechuras y mucha clase», expresa del tirón quien espera «estar a la altura de la ubicación, después de años de trabajo» y ganar el concurso público junto a Carlos Herrera y siete accionistas más, frente a la sociedad comandada por el defensa madridista Sergio Ramos y el también diestro Jose Mari Manzanares.

En el chaflán de la despedida, asegura que no ha cambiado el fogón por el estoque: «Pero ahora que he puesto punto final como matador, este es uno de mis grandes sueños. Además, con el fogón no podría. No es lo mío».