Raphael inaugura la Navidad con lleno total

Si hubiera que poner un himno a la Navidad fuera de los clásicos villancios seguramente el Tamborilero de Raphael es la canción que más nos lleva a la Nochebuena. Por eso cuando recordó su infancia y volvió a tocar ese tambor imaginario el público que abarrotó el teatro Gran Vía, dónde permanecerá hasta el 21 de diciembre , se estremeció al comprobar que ya entrábamos en las Fiestas.

«De amor y desamor». Así se titula este concierto que recoge los grandes temas de su vida con los que levantó continuamente al público de sus asientos. «Como yo te amo», «Gracias a la vida», «Escándalo»… No hubo tema que no coreara un público entregado. Por las primeras filas se sentaban sus hijos con sus amigos. Alejandra con Álvaro Aranzana; Manuel con Amelia Bono. También su consuegra Ana Rodríguez y por supuesto las hermanas Jara, Soledad y Carmen, que son como de la familia. No faltó (nunca lo hace) el doctor Enrique Moreno con su esposa (fue quien le realizó el trasplante de hígado que le salvó la vida) o el motorista Fonsi Nieto con su novia y con la maquilladora Beatriz Matallana que esa misma mañana impartió una master class con las nuevas tendencias de María Galland.

Como siempre hace, Natalia Figueroa se quedó entre bambalinas. A pesar de los años que lleva con Raphael hay costumbres que no cambian y nervios que siempre se sienten. Adorable, entregado, más joven que nunca y con una voz que enmudece al resto, Raphael sigue siendo aquel. De la misma manera que sus canciones suenan en las discotecas o se piden en las bodas o banquetes, esa noche el teatro pudo haberse ahorrado las butacas ya que la gente lo que más quería era bailar y aplaudir. Grande Raphael y bienvenida Navidad.