Alfonso Díez, viudo de la duquesa de Alba, ultima su vivienda en Sanlúcar
Sus vecinos esperan que el viudo de la duquesa de Alba se instale en la ciudad antes del verano
Actualizado: GuardarAlfonso Díez dibuja su futuro en un nuevo domicilio. Sanlúcar de Barrameda será su inminente lugar de residencia. Díez siempre ha tenido un cariño especial por la ciudad de la manzanilla. Junto a su esposa, la Duquesa de Alba, le gustaba frecuentar los lugares más populares de Sanlúcar como la playa de Bajo de Guía o la Plaza del Cabildo. Su asistencia a las Carreras de Caballos también fueron continuas durante los años de relación con la aristócrata. Aunque, la unión del viudo de la duquesa con las tierras gaditanas se remonta a su infancia.
Ahora, los que serán sus nuevos vecinos esperan con entusiasmo su llegada. «Nos parece muy buena idea que Alfonso haya elegido nuestro pueblo para vivir».
Con estas palabras muestran su satisfacción y orgullo por la decisión del funcionario de fijar su domicilio en la localidad gaditana.
Alfonso ha encontrado en la ciudad el refugio idóneo para empezar una nueva vida tras el fallecimiento de su mujer el pasado 20 de noviembre. «Desde pequeño, ha veraneado con su familia en Sanlúcar», cuenta Pilar González de Gregorio, íntima amiga de Alfonso. Además, tiene grandes amigos muy vinculados a la ciudad gaditana, sobre todo por intereses culturales comunes. Mantiene una buena amistad con Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa; Pilar González, presidenta de Christie’s España y exmujer de Tomás Terry; la pintora Carmen Laffón, el escritor Eduardo Mendicutti y la periodista Teresa de la Cierva. Durante sus visitas a Sanlúcar, el anticuario se ha apoyado en todos estos amigos para acondicionar y decorar la nueva propiedad.
Ubicada a 700 metros de la playa, la nueva casa de Alfonso Díez se encuentra en pleno corazón de la ciudad. Muy cerca de una de las plazas más emblemáticas y concurridas, la Plaza del Cabildo, y muy próxima a la céntrica y popular vía Trasbolsa. Las calles Bolsa y Santa Ana han sido, históricamente, morada de numerosos habitantes ilustres de Sanlúcar. En ellas han tenido y tienen propiedades familias con elevado poder adquisitivo como los dueños de las bodegas Argüeso o las Bodegas Hidalgo-La Gitana. El torero sevillano Antonio Sánchez 'El Tato' será uno de los futuros vecinos de Alfonso. A pesar de que algunos medios han publicado que había sido la duquesa quien había adquirido la propiedad, lo cierto es que es el funcionario quien se hizo cargo del pago de la hipoteca desde el mismo momento de su compra.
La casa se sitúa en uno de los extremos de la calle Santa Ana, en el número 29. Cuenta con 100 metros de fachada en cada una de sus dos plantas. Además, posee un patio interior y un mirador. La reforma del exterior, de estilo andaluz, ha durado dos años. El arquitecto sevillano Diego Nogales ha sido el elegido para diseñar la propiedad. «No necesito más», ha declarado en alguna ocasión Díez. Lo mismo pensaba Cayetana, que siempre prefirió el cálido y céntrico Palacio de Dueñas sevillano al majestuoso Liria de la madrileña calle Princesa.
En estos dos últimos años, Alfonso ha viajado continuamente de Sevilla a Sanlúcar para controlar las obras de la reforma, hoy ya prácticamente acabada a falta de algunos retoques y detalles decorativos. «Hace un par de semanas hemos visto cómo introducían muebles, la casa está acabada desde hace meses», explica la vecina de enfrente, muy satisfecha con la noticia de la mudanza, que esperan se produzca antes de la temporada de verano. «Creo que estará muy a gusto, aquí se vive bien, es un pueblo muy tranquilo. Ha elegido una zona muy buena, cerca del centro, donde se le ha visto en varias ocasiones con la duquesa de Alba», continúa.
«Tanto a él como a Cayetana se les ha visto muy contentos paseando por la ciudad, sobre todo por Bajo de Guía, donde solían ir a almorzar», relata a este medio una dependienta de una tienda cercana a la que será la nueva casa de Díez. Todo el mundo en el pueblo está feliz con la llegada del funcionario, nada menos que el viudo de la duquesa de Alba. «Pensamos que será beneficioso su presencia por nuestras calles, ya que seguro que vendrán muchos curiosos a ver la casa, eso hará que nuestros bares se llenen», comenta el dueño de un bar de la zona.
El matrimonio también cayó rendido a la gastronomía de la localidad gaditana. Sus comidas en el típico y conocidísimo Casa Bigote fueron constantes. A pesar de sus continuas visitas, la duquesa no llegó a pisar la que ahora será la residencia de su último amor. «Cayetana siempre ha estado al tanto de las obras, supervisándolas, pero nunca fue. Ella quería ir cuando estuviera acabada, aunque sí pudo verla por fotos», cuenta un amigo de la familia.
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