Reaperturas
Clásicos de la hostelería que resurgen de sus cenizas
Casa Eme vuelve en pocos días y hoy lo hará El Tremendo de San Felipe

En el mundo de la hostelería nada está escrito y cuando una puerta parece cerrada a cal y canto se abre una ventana que da paso a la esperanza. Así está ocurriendo con numerosos establecimientos emblemáticos de Sevilla , que tras meses de ... olvido desempolvan sus tiradores de cerveza y se apresuran en sacar brillo a su barra.
En algunos casos porque han caído en nuevas manos , como sucede con uno de los puntales gastronómicos de Puerta Osario: Casa Eme , que prevé reabrir en cuestión de semanas de la mano de nuevos propietarios, que tienen la intención de mantener el coloso cervecero que levantó Emeterio Serrano en pocos metros cuadrados. O como ocurrirá en breve con una de las insignias hosteleras de El Arenal: La Isla , que regresará en cuestión de semanas con un nuevo piloto: Luis Millán, propietario de Puerta Caleta.
Otros casos de establecimientos decanos que cerraron y han vuelto a la actividad gracias a que han caído en nuevas manos son el de Casa Manolo, en la Alfalfa , que después de 85 años se despidió en 2020 para volver a abrir esta primavera bajo el paraguas del Grupo Spala, que no solo decidió mantener su nombre, también algunas de sus tapas más populares, como su famosa pavía.
La Bodega San José «El Punto» de El Arenal se despidió este pasado abril después de casi un siglo de historia. Eso sí, ya tiene nuevo dueño al frente y fecha de vuelta. En lugar de la familia Bueno, quien la ha gestionado desde hacía casi 80 años, ahora tendrá como piloto al hostelero Nacho Zamudio, procedente de Alcalá de Guadaíra. Uno de sus pilares será mantener la esencia de la antigua Bodega San José, con una gastronomía que no se olvida de las raíces y que apostará por un producto de calidad.
Río Grande también se adapta a esta circunstancia, en la que el establecimiento queda «fuera de juego» a la espera de que alguien se atreva a llevar sus riendas. En esta ocasión es el grupo madrileño Carbón Negro quien se ha hecho con la gestión, manteniendo el nombre de un negocio que cuenta con más de 60 años de historia en Sevilla. Eso sí, el concepto gastronómico será completamente renovado y de momento no hay fecha de regreso.
Esperando el momento
En otros casos hay bares míticos de Sevilla que vuelven a abrir estos días. Sus propietarios han decidido regresar después de largos meses de silencio, atisbando en el horizonte ese rayo de luz que ilumine la ansiada normalidad. Véase la Bodega Santa Cruz Las Columnas de Mateos Gago o El Tremendo de San Felipe . El primero regresó la semana pasada después de 16 meses de ausencia y el segundo hará lo propio hoy mismo (mañana a mucho tardar). Ambos cerraron aquel aciago marzo en el que el tiempo se detuvo y han esperado con paciencia y desolación el momento que consideran idóneo.
El Tremendo, por su lado, no tenía fácil la vuelta con un establecimiento angosto y muy centrado en el cerveceo de pie (no son pocas las voces que especulan sobre cómo planificarán su vuelta para cumplir con las medidas actuales). El segundo se vio afectado no solo por la pandemia y la falta de turismo, también por las obras de peatonalización de Mateos Gago , que han afectado notablemente a muchos de los negocios de la zona. Nada más levantar la reja el pasado miércoles, la clientela volvió con la espontaneidad de siempre y tanto foráneos como parroquianos llenaron sus veladores en cuestión de pocos minutos.
Aún quedan muchos otros bares y restaurantes sevillanos a la espera de una segunda oportunidad , como ocurre con Enrique Becerra y Oriza. ¿Quién sabe? Tal vez pronto podamos contar en estas páginas que esos espacios con tanto arraigo en Sevilla vuelven a escribir un nuevo capítulo de su historia.
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