CRÍTICA
Gran cerdo: del suelo paupérrimo a la pasión por fruta con un recuerdo al gran capital
Esos son los vinos que elabora la bodega The Wine Love situada en Fuenmayor
Gonzalo Gonzalo es uno de esos tipos que te encuentras en la vida y te sorprenden. Soy del gusto diferente porque en la diferencia está el aprendizaje. El hecho de estar estabulado, de seguir a la manada, no suele aportar cosas nuevas. Gonzalo Gonzalo se vio sin recursos económicos para etiquetar la nueva añada de este vino joven ¡Después de unos 40 años de trayectoria de la bodega junto a su padre!
Así que los 6.000 euros que necesitaba para ese menester los reunió tras una cena entre amigos. Y decidió llamarlo Gran Cerdo en honor a esos señores que manejan los hilos de todo, los que deciden. A los que tantos debemos. Todas las personas inquietas investigan, copian y transforman las cosas a su manera.
Esos son los vinos que elabora la bodega The Wine Love situada en Fuenmayor (Rioja Alta). Allí se elaboran vinos con las técnicas más tradicionales y personales, dando lugar a Gran Cerdo, un vino elaborado con uvas tempranillo y algo de graciano para darle color y frescura. Lo maceran en tanques de cemento, que al final aportan notas minerales además de las extraídas por la vid de un suelo misérrimo.
El resultado final es golosón. Pasión por la fruta. Aspecto y estilo de los vinos de la Borgoña, sin muchos taninos y con un punto de oxidación pero expresivo y meloso debido a una fermentación poco prolongada.
Y ahí lo conserva hasta que, una a una cada botella es demandada por el cliente, entonces se etiqueta y envía para que la baja producción de este caldo caiga en buenas manos.
En suma, sabiduría y artesanía del más alto nivel.