Los últimos cafés de la memoria
Cierra el Comercial, pero aún quedan por toda España lugares emblemáticos a los que acudir en busca de historia y de anécdotas
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12345678910Café Gijón
Hubo un tiempo en el que el humo, las Olivetti y el mítico cerillero Alfonso, que vendía tabaco y prestaba dinero, eran los ingredientes habituales en el nuevo café más antiguo de la capital. El cierre de El Comercial ha convertido este local nacido en 1888 en uno de los pocos centenarios supervivientes a la ferocidad del tiempo. Declarado Bien de Interés Cultural, por sus mesas han pasado Ramón del Valle-Inclán, Luis García Berlanga, Antonio Buero Vallejo, Santiago Ramón y Cajal o Federico García Lorca. Incluso se dice que la famosa espía Mata Hari. Tras la Guerra Civil fue punto habitual de reunión de intelectuales como Camilo José Cela o en años posteriores por Fernando Fernán Gómez. Hoy resiste a base de esfuerzos, insisten sus dueños.
DÓNDE: Paseo de Recoletos, 21, Madrid
Café Novelty
Desde sus inicios en 1905, se ha reconvertido en innumerables ocasiones: ha sido restaurante de lujo, café cantante, botillería o salón de billares pero, sobre todo, lugar de encuentro. Sus dueños aún exhiben el menú de diez platos que en 1922 ofrecieron a Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, aunque en su interior quien ahora reina es una figura a tamaño natural de Gonzalo Torrente Ballester, uno de sus tertulianos más reconocidos junto a Francisco Umbral y Pedro Laín. Según los dueños, fue en este local salmantino donde en 1936 Laín, Dionisio Ridruejo y Agustín de Foxá fundaron Radio Nacional de España.
DÓNDE: Plaza Mayor, 2, Salamanca
Café Derby
Abierto en 1929 en lo que entonces eran los confines de Santiago de Compostela, consiguió erigirse en símbolo de las tertulias en Galicia. A ella acudía Ramón del Valle-Inclán, Carlos Maside, Luis Seoane o Domingo García Sabell. De grandes ventanales, mostrador de mármol y un zócalo de caoba, fue el primer café en la ciudad en donde se probaron los expresos.
DÓNDE: Rúa das Orfas, 29, Santiago
El Rinconcillo
«Prohibido terminantemente el cante», dice un azulejo en El Rinconcillo, que más que un café es una taberna abierta en 1670, la más antigua de Sevilla y emblemática donde las haya. Los camareros hacen la cuenta en tiza sobre la barra en este lugar de tertulias, de cofrades y de espinacas con garbanzos.
DÓNDE: Calle Gerona, 40, Sevilla
Café Iruña (Pamplona)
Alcanzó fama mundial gracias al escritor estadounidense y ganador del Pulitzer (1953) y el Nobel (1954) Ernest Hemingway, quien visitó el café en repetidas ocasiones a lo largo de sus nueve viajes a la capital navarra. Lleva abierto desde 1888, siendo el primer establecimiento en contar con luz eléctrica de todo Pamplona, según sus dueños.
DÓNDE: Plaza del Castillo, 44, Pamplona
Café Iruña (Bilbao)
Guarda similitudes con su homónimo navarro más allá de lo evidente. Nacido posteriormente, en 1903, a este café también viajó Hemingway y pronto se convirtió en uno de los referentes sociales y culturales de la ciudad. Decorado en estilo neomudéjar y con gran profusión de pinturas murales, recibió el premio a Monumento Singular en 1980 y premio al Mejor Café de España en el año 2000.
DÓNDE: Frente a los Jardines de Albia, Bilbao
Els Quatre Gats
Fundado en 1897 por un antiguo camarero y animador del parisino Le Chat Noir, acabó siendo algo más que un «remedo» del citado cabaret, según describió Rubén Darío. Referente del modernismo catalán, desde el inicio lo apoyaron figuras como Ramón Casas o Santiago Rusiñol. Fue la primera «sala» de exposiciones de Picasso, y Antonio Gaudí, Isaac Albéniz o Lluís Millet fueron algunos de sus contertulios hasta que el dueño cerró el café por sorpresa. No fue hasta finales de la década de los 70 cuando reabrió.
DÓNDE: Carrer de Montsió, 3, Barcelona
Café Royalty
Su inauguración coincidió con el centenario de Las Cortes de Cádiz y no fue por casualidad sino un homenaje. Sus tertulias, sus conciertos y su suntuosa decoración neobarroca llena de yeserías policromadas cubiertas de pan de oro atrajo pronto la atención de intelectuales y artistas. Un asiduo fue el compositor gaditano Manuel de Falla, quien dio conciertos allí. El local cerró en los años treinta y en los cuarenta pasó a ser un almacén y después un bazar. Solo tras siete décadas fue restaurado y reabierto.
DÓNDE: Plaza de Candelaria, Cádiz.
Café Lhardy
Fundado en 1839, en sus salones congregaban a buena parte de la sociedad madrileña. El que fuera el primer restaurante con mesas separadas era frecuentado en secreto por Alfonso XII.
DÓNDE: Carrera de San Jerónimo 8, Madrid
Café Dólar
A lo largo de sus ciento veinte años de vida, este pequeño local con apenas doce mesas ha cambiado varias veces de manos y casi de denominación, ya que llegó a ser más conocido como Casa de Marica Uria -cuando su dueño así se apellidaba- que por su nombre real. Sufrió graves daños con el inicio de la Guerra Civil pero fue restaurado en 1943.
DÓNDE: Plaza de Porlier, 2, Oviedo