Tridente

Admito que tengo incontinencia verbal, pero en realidad siempre fue parte de mi trabajo. Al final no paro de charlar. Paco Gil es enólogo y uno de los impulsores de lo que ahora es Gil Family States. Pero, hablando de bohemios, es un tío inquieto y ahora, aparte de amigo, es el gerente de Turmares, un invento en el que a base de barcos y naturaleza te teletrasportan al misterioso mundo de los peces y mamíferos del Estrecho en Tarifa.

Un día entre calderones, delfines listados y ballenas pasamos una mañana en uno de sus barcos. Y como casi siempre que me invita a esa experiencia, tomamos uno de sus vinos.

«Tridente Tempranillo no es de esos vinos que hacen mis hermanicos en Castilla y León». Me dice mientras descorcha una botella espectacular con una imagen impactante. «Tiene 15 meses de crianza y está hecho con uvas tempranillo, aún así es un vino con la madera muy bien integrada que no solapa la fruta, fácil de beber, elegante y con un aroma y un color penetrantes».

Yo le iba a decir que es un vino de capa alta pero…

«¡Dani, has visto esa aleta, es un cachalote, qué bueno está este vino! Tiene un color muy bonito con destellos violáceos, lo cual es síntoma de juventud y frescura. Y tiene aromas a frutas rojas maduras».

Yo estaba deseando decirle que se notaba el cuidado en la selección de las uvas y el mimo con el que que estaba elaborado, pero... «Ahora nos acercaremos a ver a unos metros el cachalote». «Verás, es la tinta de Toro en toda su expresión. Y es un vino potente y suave debido a que las cepas son casi centenarias y tienen muy poca producción y por eso se esfuerzan en que lo poco que embotellan sea de excelente calidad».

Estaba a punto de decirle que el roble francés le proporcionaba complejidad y longevidad sin tapar la fruta, pero… «El vino es tan amable que se toma muy bien en este fantástico día. Daniel, nos vamos a puerto porque ya hemos visto muchas criaturas marinas y además se nos está acabando la botella de Tridente Tempranillo. Este vino se bebe sin darte cuenta».

Me moría por decirle que Tridente Tempranillo exige una buena comida en un buen sitio, pero… «¡Tengo hambre Dani! Anda, gastate 12 pavos y saca una botella de Tridente Tempranillo y yo te invito a un buen pescado en La Pescadería de Tarifa».

Vale Paco. Otro día hablamos de otro de tus vinos, si me dejas.

¡Salud señores!