Consejos
Cómo organizar el armario para que entre todo y no se arrugue la ropa
Antes de renovar el armario de temporada, es preciso ordenarlo para no tener problemas de espacio. ¡Estas son las claves!
Aunque cualquier momento es bueno, el cambio de temporada es una clara invitación para organizar el armario ropero o el vestidor . Se trata de una tarea integral, es decir, que no puede efectuarse gradualmente, sino que lo idóneo es empezar y acabar en el día (según algunos gurús del orden, bastan dos horas) y, por supuesto, mantenerlo 'en forma’ durante el resto del año.
1. Pasos previos
Antes de ponerse manos a la obra, hay que sacar todo, extenderlo en el suelo o sobre la cama y hacer limpieza general. Puede ser a lo Marie Kondo y reducir el guardarropa a la mínima expresión o simplemente preguntarse: ¿cuánto tiempo hace que no se usa una determinada prenda?
Los sentimentalismos y los ‘por si acaso’ (por si acaso adelgazo y vuelve a valerme ese pantalón, por ejemplo) no están permitidos. Después, es preciso deshacerse de la ropa que no se usa, regalarla o venderla. El montón de prendas ‘para estar en casa’ tampoco es una opción. También es un buen momento para limpiar en profundidad, especialmente los recovecos y el fondo de los cajones.
2. Separar y distribuir
Para que el nuevo orden funcione, es preciso establecer una distribución que se adapte tanto a la situación (si se trata, por ejemplo, de un armario para dos) como a las necesidades y a la cantidad de ropa doblada o de colgar. Así, los fanáticos de las camisetas necesitarán baldas y cajones, mientras que, si la cantidad de calcetines y de bisutería son dignos de coleccionistas, nada mejor que bandejas y cajones con separadores interiores.
Además, toda buena organización debe contar con grandes dosis de sentido común. De manera que las prendas de más uso estén siempre a la vista y a mano y aquellas especiales, tipo un vestido de invitada, bien guardadas en la parte menos accesible.
3. Por zonas
Para no equivocarse, lo más sencillo es organizar el interior del armario por zonas: superior, centro e inferior. De forma que, en la parte superior, se ubiquen las prendas de otra temporada, las mantas y todo aquello que no se usa regularmente. En la central se guarde la ropa de colgar, aunque también se pueden incorporar estantes para las prendas de doblar, separados unos 40 centímetros para no crear torres infinitas de prendas.
Lo ideal, para que no rocen ni se arruguen, es colocar la barra a 170 centímetros, para vestidos largos y abrigos, y a unos 90 para camisas y faldas. Es importante, además, que vaya una prenda por percha y que haya cierta distancia entre ellas, para que no se arruguen y se puedan sacar fácilmente. Y reservar la parte inferior para cajones, pantaloneros y zapatero.
4. Colocar la ropa adecuadamente
Tras establecer la base, llega el momento de colocar la ropa. Esta tarea que, a priori puede parecer sencilla, debe hacerse con cuidado, usando las perchas idóneas según la prenda ; colocándolas con el gancho hacia dentro, para que sea más fácil cogerlas; doblando adecuadamente, sea cual sea el método empleado; y clasificándolas por colores o por el tipo de manga (corta o larga), por ejemplo.
Una vez esté perfectamente ordenado, empieza la segunda fase: el mantenimiento diario , que consiste en colgar todo en su sitio; recolocar las pilas de camisetas y jerséis para que no se caigan; hacer limpieza regularmente de calcetines y ropa interior…
5. A la vista
En lugar de un armario tradicional, ahora se lleva dejar la ropa a la vista, como si se tratara del interior de una boutique, donde el vestidor actúa como los ‘burros’ de ropa de una tienda.
Además de estar bien organizado, es importante el material interior, que debe estar acorde con la decoración del resto de la habitación, y establecer qué se va a ver y qué va a quedar oculto en cajas y cajones. Debe dar la sensación de estar ordenado siempre y que las prendas respiran y no están apelmazadas.
Otras (nueve) ideas útiles
1. Bandejas extraíbles
2. Zapateros laterales extraíbles
3. Organizadores de cajones
4. Ganchos en los zapateros
5. Barras basculantes
6. Pantaloneros extraíbles
7. Bolsas para la ropa sucia
8. Portaperchas
9. Iluminación interior
¿Lo mejor? Todas ellas son muy fáciles de montar y se adaptan a todos los espacios. ¿Con cuál te quedas?
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