Andrés de York sube una foto de su madre a Facebook

La familia real británica hace tiempo que no es ajena a las redes sociales. Buckingham, el palacio donde habita Isabel II, Kensington, donde moran los populares Guillermo y Catalina, y Clarence House, sede del eterno aspirante Carlos, hace tiempo que están presentes el Twitter y Facebook, pero con un uso institucional de esas plataformas.

Los departamentos de prensa alimentan lo que allí se comunica, que no es más que el relato de las actividades públicas de los diversos miembros de la familia real o la comunicación de alguna noticia puntual, como fue el nuevo embarazo de la Duquesa de Cambridge . Lo que no había sucedido hasta ahora es que uno de los Windsor utilizase Facebook para colgar fotos de familia, como hace cualquiera de los millones de ciudadanos enganchados a la red. Pero todo tiene su primer día. El Príncipe Andrés de York, que en abril de 2014 ya fue el primero en colgar una autofoto en Twitter, ha subido ahora a Facebook una instantánea tomada por él de su madre y de los Duques de Wessex.

La fotografía está tomada en las habitaciones privadas de Buckingham, en el transcurso de una recepción con onegés con motivo del cincuenta cumpleaños del Príncipe Eduardo y su mujer. El Duque de York ha firmado la foto de su hermano menor, su mujer y su madre con las iniciales A.Y. (Andrés York) y ha escribo el siguiente pie: «Una foto de familia antes de unirnos a los invitados de la recepción por el 50 cumpleaños de mi hermano y mi cuñada en el Palacio de Buckingham, para reconocer su importante labor con sus muchas organizaciones».

Esa recepción, que tuvo lugar en la noche del martes, pudo ser la primera vez en que Andrés se vio cara a cara con su madre la Reina desde que saltó el escándalo de las acusaciones de Virginia Roberts , la estadounidense que lo acusa de mantener relaciones sexuales con ella por tres veces en 2001 cuando tenía 17 años y por tanto era menor de edad.

Por su parte el Príncipe Carlos, que cada vez asumen papeles de más envergadura en representación de su anciana madre, se encuentra en Arabia Saudí cumplimentando al nuevo rey. Allí se ha propuesto lograr clemencia para el bloguero condenado a mil latigazos por escribir en la web a favor de las libertades occidentales. Una labor difícil, porque en el país rige la estricta «sharia» y las libertades están absolutamente constreñidas.