El gran secreto que los Reyes Balduino y Fabiola se llevaron a la tumba

Jamás revelaron cómo se conocieron. «Ella iba para monja y él para cura», dice Fermín Urbiola, el único biógrafo español de la Consorte de los Belgas

El gran secreto que los Reyes Balduino y Fabiola se llevaron a la tumba archivo abc

martín bianchi

«La familia Mora y Aragón pensaba que Fabiola iba para monja, y no eran pocos los que creían que el Rey Balduino iba para cura. Para ellos amar no consistía en mirarse el uno al otro, ‘‘sino en mirar juntos en la misma dirección”», explica Fermín Urbiola, biógrafo español de la Consorte de los Belgas, a ABC. Por eso, el anuncio de su compromiso, en septiembre de 1960, cogió por sorpresa a muchos. Ninguno de los dos jamás explicó cómo se conocieron ni quién les presentó.

«Es un secreto que se han llevado a la tumba por su discreción, que siempre es compatible con una impresionante fuerza interior», añade Urbiola, autor de «Nacida para ser Reina» (Espasa), la biografía de Fabiola que ahora se reedita en España. Ante la ausencia de noticias ciertas, son varias y muy distintas las teorías que circulan.

De niños, en San Sebastián. Algunos autores sugieren que se conocieron en la playa de San Sebastián de niños, como consecuencia de la temporada que pasó Balduino en esa capital, en 1949, cuando el Rey Leopoldo III fue retenido en Laeken por las tropas alemanas. Él tenía 10 años y ella, 12. «Es poco probable que coincidieran en aquella época», dice Urbiola.

Una vuelta por barcelona. Hay otros que aseguran que Balduino conoció a su mujer en la Ciudad Condal. Sylvette Roissy defendió en su momento una historia con precedentes deportivos y muy propios de la alta sociedad. Según publicó en la revista «Garbo», Balduino llegó a Fabiola por casualidad. Y una vez presentado, el Monarca le propuso participar en una competición de vehículos por los alrededores de la ciudad. «No es demasiado verosímil si se tienen en cuenta los rasgos del carácter de ambos», señala el biógrafo.

Entre ferraris y jaguars. El «Sunday Pictorial» dio a conocer una versión con matices distintos a la anterior, ciertamente algo más románica, aunque no demasiado creíble. La publicación aseguró que se trataron por primera vez en 1957, en Barcelona, durante una carrera de coches en la subida al Tibidabo. Balduino, al volante de su Ferrari verde, se vio adelantado por un Jaguar negro conducido por Fabiola. Del desafío mutuo, que celebraron juntos, habría surgido el noviazgo.

Baile en Lausana. Otros sitúan el primer encuentro en Lausana, también en 1957, con motivo de una fiesta privada organizada por la Reina Victoria Eugenia. Según esta versión, la viuda de Alfonso XIII habría planeado la reunión con la intención de casar a su nieta Doña Pilar, hermana de Don Juan Carlos, con Balduino. Fabiola viajó a Suiza para acompañar a la Infanta y así habría surgido el flechazo con el Monarca. Pero como aclara Urbiola en su libro, «no existe dato alguno que indique nada más que eso: que se conocieron; y según testimonios directos de algunas de sus amigas, también que Balduino recibió una muy grata impresión de la joven española».

Misión secreta de una irlandesa. La versión que cobra más fuerza es la que indica que en febrero de 1960 Balduino recibió en el Palacio de Laeken a Monseñor Suenens y le comentó que había dejado en manos de la Virgen de Lourdes la solución del problema de su matrimonio. Aconsejado por el prelado, el Rey concedió el 18 de marzo siguiente una audiencia de cinco horas de duración a una irlandesa de la Legión de María, Verónica O’Brien, a quien encargó que se pusiera en contacto con el Nuncio en Madrid y buscara allí una candidata creyente para convertirse en Reina de los Belgas. O’Brien conoció a Fabiola y le confesó su misión, que, ante la extrañeza de la interesada, hubo de ratificar personalmente el Nuncio, que se puso en contacto con ella expresamente al efecto. A los pocos días Fabiola acudió a Bruselas y conoció a su futuro esposo. Urbiola recoge esta versión en su libro y el historiador José Luis Sampedro Escolar la rubrica: «Nada, pues, de extrañas coincidencias en casa de la Reina Victoria Eugenia en Suiza».

Misterio familiar. Pero lo cierto es que ni Fabiola ni Balduino confirmaron o negaron ninguna de las teorías. «Deje correr vuestra imaginación. Yo tengo un compromiso de honor de mantener silencio. La verdad no se sabrá nunca», dijo la condesa de Saltes, hermana de Fabiola, a «La Vanguardia» poco después de anunciarse el compromiso real. «Dejo que crea y publique lo que le parezca más verosímil. Al fin y al cabo, todo será rumor».

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