La Familia Real Sueca luce sus mejores joyas en los Nobel
En uno de los eventos más importantes del país, la Reina Silvia y las Princesa Victoria y Magdalena aparecieron espectaculares
Ser galardonado con un Nobel supone ser reconocido con el premio más importante del mundo. Es por ello que en la gala de entrega de estos galardones, que se celebra todos los años en Suecia, la Familia Real no duda en lucir sus mejores vestidos y rescatar sus joyas más importantes.
Este año, la Reina Silvia y las Princesas Victoria y Magdalena han complementado sus vestidos de gala con las coronas, collares y pulseras más emblemáticos del joyero Real. La Reina Silvia, que lució un vestido azul de raso, escogió la diadema de Leuchtenberg, regalo del emperador Napoleón a su hijastro Eugenio de Beauharnais en 1806 para su cabeza. Se trata de un diseño confeccionado en diamantes y zafiros representando la madreselva. La diadema estaba rematada con perlas que luego se sustituyeron por los zafiros.
La Monarca dedició conjuntar la imponente diadema con los pendientes, broche y collar a juego, luciendo majestuosa. Desde 1976 todo el conjunto está reservado para uso exclusivo de la Reina por lo que es previsible que en el futuro lo herede Victoria de Suecia.
La Heredera lució su tiara favorita, la diadema Fringe de Baden, confeccionada en brillantes con forma de flecos. En el cuello se puso un espectacular collar de diamantes del que colgaba una cruz de brillantes, misma piedra que lució en los pendientes. Victoria de Suecia se pone la diadema Fringe siempre que puede. Aunque es un diseño de diadema muy popular entre las Casas Reales Europeas –existe en Mónaco y tiene una Isabel II de Inglaterra–, la Princesa lo heredó de la gran duquesa María Pavlovna de Rusia, quien la había recibido como regalo de sus padres, el zar Pablo I y Sofía Dorotea de Württemberg.
Por otra parte, Magdalena de Suecia eligió la tiara Fringe moderna, que alterna en su diseño gavillas con flores de lis. Es una tiara flexible que puede convertirse en collar y que regaló el Rey Carlos Gustavo a la Reina Silvia con motivo de su décimo aniversario de boda. La diadema pertenece a la colección privada de la familia.