Los peinados icónicos de Llongueras: desde la duquesa de Alba a la reina Sofía, pasando por las folclóricas y otras estrellas internacionales
Por las manos del célebre estilista pasaron numerosas famosas
Fallece el peluquero Lluís Llongueras

Si hay un peluquero conocido en nuestro país, con permiso de Ruphert, ese era Lluís Llongueras. El catalán fue un pionero en el sector de la belleza española, creando cortes de pelo y peinados que ya han hecho historia. En 1972 abrió su primer salón unisex y comenzó a compartir sus conocimientos en institutos de enseñanzas que llegaron a todos los rincones del estado español, y con el tiempo fuera de nuestras fronteras. Su particular estilo atrajo a personalidades de todos los ámbitos, tanto nacionales como internacionales. Por sus tijeras pasaron un buen número de famosas, como la duquesa de Alba o la reina Sofía. Además, entre finales de los 70 y los 80, fue el peluquero favorito de todas las folclóricas: Rocío Jurado, Lola Flores o Carmen Sevilla se pusieron en sus manos. Pero su fama traspasó fronteras y también peinó a celebrities de la talla de Bianca Jagger o Angelica Houston.
La permanente de la duquesa de Alba, obra de Lluís Llongueras
En una entrevista concedida al diario ABC, Lluís Llongueras aseguró que a él se le ocurrió la idea de hacerle la permanente a la duquesa de Alba para que «estuviera más cómoda». Sin duda uno de los peinados más icónicos del peluquero. Pero por sus manos pasaron otras aristócratas, como la misma reina Sofía, y las infantas Cristina y Elena. Esas melenas ochenteras, con múltiples capas y peinadas a cepillo fueron obra de él.

Además, como relata en ABC, aunque a la reina Letizia no tuvo la oportunidad de peinarla sí vivió una anécdota con ella: «cuando tenía 18 años y estaba estudiando, su abuela Menchu me hizo una entrevista en Oviedo, y Letizia hizo de modelo porque era una niña muy guapa«.
También era el peluquero de las folclóricas más reconocidas de nuestro país. Desde Lola Flores a Carmen Sevilla, pasando por Rocío Jurado, confiaron en él para lucir los peinados que arrasaron en los 80 y los 90, cardados, ondas y volumen XXL.

La vedette, presentadora y actriz Norma Duval es otra de las famosas nacionales que se puso en sus manos. Incluso peinó a Alaska y por supuesto a Isabel Preysler, la 'influencer' de esos años, y a Carmen Martínez-Bordiu. Una jovencísima Maribel Verdú o la también actriz Mónica Randall son otras famosas españolas que confiaron en su buenhacer a la hora de lucir peinados en las alfombras rojas de la época.

Pero su fama pronto traspasó fronteras y famosas internacionales también acudieron a su salón, algunas incluso de incógnito, como Bianca Jagger.

Otras celebrities que no dudaron en confiar su cabello al peluquero español fueron Anjelica Huston, Rachel Welch o Jacqueline Bisset.

Gran amigo de Salvador Dalí, el peluquero llegó a afirmar que esa amistad fue esencial para marcar su personal estilo a la hora de innovar en cortes de pelos y peinados. Su talento trascendía la peluquería y alcanzaba artes como la fotografía, el diseño, el interiorismo o la escritura.