Consejos fáciles para un buen afeitado

Preparar el afeitado

Antes de afeitarse, es importante ser consciente de si nuestra piel es fuerte o frágil. Si es delicada, lo adecuado será aplicarnos «una loción preparadora» previa al afeitado, según explica el dermatólogo Ramón Grimalt. Asimismo, los geles son más adecuados para personas con pieles suaves, ya que tienen más «sustancia surfactante» que la espuma. Es decir, permiten que la cuchilla se deslice mejor por la superficie.

Por otro lado, si nuestra piel no es demasiado resistente, aplicar agua caliente antes, e incluso afeitarnos después de la ducha, pueden mejorar los resultados.

El afeitado

Mucho se ha hablado sobre si lo conveniente es pasar la cuchilla a favor o en contra de la dirección del pelo. Según explica Grimalt, «afeitarse contra el pelo ofrece un resultado más apurado y duradero, aunque las personas con pieles sensibles pueden dañarse». Por tanto, no hay una regla sobre esto sino que, en función de la tolerancia de cada uno, debe hacerse en una u otra dirección. Añade el especialista que cuantas más chuchillas tenga la máquina, menos sufrirá la piel («de cinco mejor que de dos»).

Tras el afeitado

Aplicar bálsamo o aftershave es una de las dudas tras concluir el afeitado. Grimalt matiza que el aftershave «no lleva grasa»: «El hombre suele tener la cara algo grasienta, por lo que utilizar bálsamo puede provocar que, por ejemplo, salgan granitos». Sin embargo, explica que será mejor en determinados casos: «El aftershave se tolera mal en pieles delicadas».

Cuidados

En opinión de Grimalt, no existe un tratamiento que pueda evitar cortes o heridas en el afeitado. «Lo que hay que hacer es saber cómo afeitarse, saber cómo es nuestra piel, para evitar que esto ocurra», concluye.