Fuera de sitio
C. Tangana en el yate parece un ‘pringao’
La canción, ‘Yate’, la he escuchado un par de veces y olvidado en menos de un minuto. El vídeo también lo olvidaré en breve, pero mientras tanto confieso que disfruto de tanta gozadera femenina
Hubo un momento en que quise casarme con C. Tangana y que me hiciera muchos hijos. Me pasó con su álbum ‘El madrileño’, disco que nunca me canso de escuchar y cada vez que lo hago vuelvo a desear pedirle matrimonio. Ese furor uterino se me pasó cuando lo vi en el videoclip de ‘Yate’. Ahí no quiero casarme con él , solo retozar entre tanta mujer pluscuamperfecta, entre todas esas diosas. A C. Tangana ni lo miro, desaparece entre ellas. Se vuelve chiquitito, me parece un ‘pringao’.
La canción, ‘Yate’, la he escuchado un par de veces y olvidado en menos de un minuto. El vídeo también lo olvidaré en breve, pero mientras tanto confieso que disfruto de tanta gozadera femenina. Todas tienen la piel divina, los culos prietos y los pechos radiantes en esos biquinis diminutos. Me encanta verlas tan orgullosas de su juventud y belleza.
Me fascina ver cómo ni en alta mar se despeinan. Yo cuando voy a la playa parezco una piojosa y en un barquito, casi peor. El sol brota de forma instantánea todas las manchas de mi piel, la acartona; toneladas de crema solar empeoran aún más mi aspecto de pardilla. El salitre convierte mi pelo en un estropajo ingobernable y mi biquini, aunque lo haya comprado este verano, ya está tan dado de sí que cuelga vulgar y barato cada vez que me acerco a la orilla. También llevo tanga pero, ay, qué más quisiera yo. Menos mal que en la playa no hay espejos. O no, en realidad me da igual, a mí lo que me gusta es que ellas sean tan bellas.
No sé, me importa un pito la supuesta polémica de ese yate . Soy perfectamente capaz de soportar que C. Tangana publique una mala canción y solo le quede el efectismo de un vídeoclip que tampoco está a la altura de los anteriores. ¡Pero eso sí! -y en eso soy irreductible- no le perdono, bajo ningún pretexto, que no sepa bailar.
Ya no es que Pucho mengüe hasta la parodia entre tanta mujer hermosa, es que el tío no sabe bailar. Nos hemos enterado porque entre todas las imágenes que han compartido en las redes sociales hay un vídeo corto en el que se le ve intentándolo en vano. Patoso, tan torpe y reducido que se te quitan las ganas. Alguien dijo alguna vez en algún lugar que nos movemos en el baile igual que en la cama. Si eso es así, viva el reguetón.