Fuera de sitio

El oportunismo de Ana Iris Simón

«Le aplaudo, en cualquier caso, la valentía aunque soy de las que no está de acuerdo con ella»

Ana Iris Simón Ignacio Gil
Lola Sampedro

Lola Sampedro

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He escuchado varias veces el discurso de Ana Iris Simón . La entiendo en parte, solo en parte. En la mayoría, no.

Me gusta que tenga los ovarios de plantarse delante de Pedro Sánchez y aproveche el momento para cantarle las 40. Para decirle algo así como, basta ya de triunfalismos y de humo, señor presidente, por muy de izquierdas que usted diga ser. Hay que ser valiente para hacer eso. U oportunista.

Con el resto del discurso no estoy de acuerdo en absoluto. Intento escribir esto sin tener en cuenta las explicaciones de la autora, que las ha dado. Tener que explicar lo que escribes dice muy poco de ti. Lo digo yo, que he tenido que hacerlo mil veces con mis artículos. Y siempre he tenido ese resquemor de saber que no había hecho bien mi trabajo. Si quieres contar algo y que te entiendan, cuéntalo bien. Puede haber tanto detractores como gente que ame tu tesis. Pero no matices; si tienes que matizarlo después, como ha ocurrido con Ana Iris en Twitter, es que has fallado en algo importante. Si tienes que explicarte después de haberte gastado la cara con un texto, es que lo has hecho mal.

Le aplaudo, en cualquier caso, la valentía aunque soy de las que no está de acuerdo con ella. Evidentemente, no creo que Ana Iris sea falangista. Eso, en lógica de primer orden, se aproxima a la reducción al absurdo.

La mayoría de mi círculo vive mucho, muchísimo mejor que sus padres . Yo también. Y si hablamos del problema de la vivienda, los míos, como tantos en aquella época, se compraron un pisito en 1977 con una hipoteca al 18% de interés.

Nadie de mi familia ha esperado a tener una situación económica holgada o estable para tener hijos. Ni siquiera yo la tenía cuando fui madre por primera vez. Por supuesto que debemos exigir que se acabe la precariedad laboral en este país, eso es una obviedad, pero para eso no podemos mentir diciendo que vivimos peor que antes, eso es faltar el respeto a las generaciones anteriores. Me puedo quejar de muchas cosas, pero esa comparación es imposible. Mi vida es mejor gracias a ellos y de eso me acuerdo cada día.

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