Fuera de sitio

Hasta luego, os quiero mucho

«Y me tengo que ir con todo el dolor de mi corazón. No me esperaba que en tan poco tiempo esta sería mi casa. La siento así y por eso duele»

Lola Sampedro

Lola Sampedro

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mi vida cambió cuando la conocí. Yo no sabía lo que era soñar, ella poco a poco me lo enseñó. Era, es, una mujer hermosa, demasiado, y cuando le contaba mis días me decía: «Ay, qué pereza me das, tú puedes más ».

Yo en ese momento no entendía nada, pero ahora lo entiendo todo . Menuda cabrona, hay que ser muy fuerte para hacer eso, arrastrar a alguien. Me arrastró. Nena, no te nombro, pero esta columna entera es para ti.

-Ay, qué pereza. Me aburres.

Eso me lo decía siempre y yo no lo sabía, pero era gasolina .

Me enseñaste a soñar. Yo no sabía lo que era eso. En mi familia nadie soñaba y luego apareciste tú y todo cambió. Empecé a querer lo que tú querías para mí. Por ahí hablan de sororidad y tal, yo no pongo palabras a lo que tenemos. Al menos no esos términos. Si tengo que poner alguno, tú ya lo sabes, es amor .

Amor de amigas. La amistad es muy jodida. Yo perdí grandes amistades pocos meses atrás. Lo pasé mal, pero ya estoy resabiada del duelo. Se me pasó pronto. Y luego me di cuenta de cómo quiero que sea esta vida que tanto esfuerzo y sola me ha costado. Y en toda esa narrativa está siempre ella. No voy a decir su nombre, porque no hace falta. Eso es mío.

Antes de ella, la más importante, tuve otros Pigmalión. Agustín Pery fue mi director durante cinco años y lo mismo lo adoro que me peleo fuerte con él. Nunca podré agradecerle que me llamara aquel día para decirme que quería mi columna en ABC. Estás loco??? Pensé, de verdad, que no pasaría. Y lo hizo, el muy cabrón, lo hizo. Y estos meses han sido maravillosos. He sido libre. He escrito lo que me ha dado la gana en este diario y jamás, jamás, me han puesto ni una pega. Y mirad que les he dado razones, eh. Nunca jamás me han frenado y gracias a eso he podido seguir haciendo lo que me encanta.

Además, lo mejor para mí, he podido conocer a mujeres maravillosas, como Laura Pintos. Sin duda la mejor editora que he tenido. Me ha dado la vida hablar con ella del laísmo y el leísmo y de que guion no lleva tilde y lo que le da por culo no ponérsela.

Y luego los lectores , vosotros. Quiero creer que sois muchos más de los que comentan. Bah, lo sé. Menos mal. Aún así, me refiero a todos los que me habéis odiado dos veces por semana durante los últimos nueve meses. Al principio me dolió mucho leeros, no encajaba tanto odio. Luego os fui entendiendo sin dar mi brazo a torcer. Y creo, al menos eso espero, que llegamos a esa relación de amor-odio tan bonita y de la que siempre aprendes . Gracias por todo.

Me voy, me voy yo, eh, lo digo para que no empecéis con el «ah, por fin ABC ha echado a esta roja, atea, feminista y republicana». Todo eso y más soy yo. Y me tengo que ir con todo el dolor de mi corazón. No me esperaba que en tan poco tiempo esta sería mi casa. La siento así y por eso duele. Pero me voy feliz, mi vida va a ser la hostia. O eso parece, al menos. Si no es así, espero no contároslo. O sí, yo qué sé. Todo pasa tan rápido que ya no me fío.

Gracias por todo, siempre. Y ahora, por favor os lo pido, ponedme a parir en los comentarios. Si no lo hacéis, me preocuparé.

Viva la vida, queridos. A veces es la bomba.

Gracias Pery, Laura Pintos y todos los que habéis hecho de estos meses una etapa inolvidable en mi vida.

Os echaré mucho de menos. Muchísimo, eso lo sé.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación