James Bond se pasea por Madrid
Vestuario, gadgets originales, fragmentos de películas o storyboards de todas las entregas
Yo lo que recomiendo es que levante el teléfono bien tempranito y llame a esa persona que hace tanto que no ve, a la que dejó de llamar no sabe muy bien por qué (o sí, y ahí está la gracia) y salga a disfrutar delante de una caña, una tapa y una larguísima y dulcemente punzante conversación de la primavera que casi toda España parece estar dispuesta a regalarnos este fin de semana.
Y aunque tal plan sería inolvidable, saludable y acabaría con muchas espinitas clavadas -tal es el poder de una cerveza bien acompañada- y creo, honestamente, insuperable, dado que «quién me manda a mí meterme en sus rencores», y teniendo en cuenta que me exigen aquí algo más que un consultorio sobre afectos y desafectos, aquí va otro plan al que yo mismo iría si no fuese porque he quedado con una vieja y enquistada enemistad para disfrutar de la primavera madrileña.
Como no sólo de viandas vive el hombre . Y aunque mi empeño suele ser gastronómico, ahora que el calor acosa, doblemente buenas resultan propuestas tan originales como la que sigue. Que alimentan almas y guarecen de la crueldad climática de este mayo agostil de la capital a partes iguales.
«Diseñando 007: Cincuenta años de estilo Bond» , una exposición para cinéfilos empedernidos y para amantes de la saga que ahora cumple medio siglo. Llega a Madrid con vestuario, gadgets originales, fragmentos de películas o storyboards de todas las entregas.
En el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa (Plaza de Colón 4. Madrid) se puede ver de cerca algunos de los objetos originales que han formado parte de todas las entregas de James Bond . Un aperitivo delicioso para paliar un poco el ansia de volver a ver al agente británico en su próxima entrega: «Spectre», en noviembre de 2015.
«El esmoquin blanco que Roger Moore lució en Octopussy , el traje espacial de Moonraker, el bikini naranja usado por Halle Berry en «Muere otro día», el bañador azul cielo de Daniel Craig en «Casino Royale», la pistola de oro de Scaramanga en «El Hombre de la Pistola de Oro», el prototipo de zapatos flick-knife mortales de Rosa Klebb usados en «Desde Rusia con Amor», el brazo de metal Tee-Hee de «Vive y Deja Morir» y los temibles dientes de Jaws, que aparecieron por primera vez en «La espía que me amó» ...» Una verdadera orgía para los buenos conocedores de la saga.
Si viene específicamente a Madrid para ver la exposición, advierto, solo advierto -que no recomiendo- que justo en frente está el Museo de Cera . Cierto que hay un par de figuras que son obras de arte, pero otras tantas parecen bromas pesadas para los representados, pero vamos, que si no quieres que te lo cuente otro, ahí mismo queda la prueba de lo perpetrado.
Yo, como iba diciendo, tiraría un poco más para abajo, que en un paseíto estás usted en Alonso Martínez , donde no faltará esa caña bien tirada y algo con lo que acompañarla. O, inspirado por lo vivido, un «Vodka-Martini, agitado; no revuelto» .
