El viacrucis administrativo lastra el crecimiento y la supervivencia de las pymes

Ni son una élite ni "capitalistas despiadados" como les pueden señalar algunos políticos y ni en el más loco de sus sueños cobrarán los 400 mil euros anuales de su representante de la patronal. La noticia económica de la semana ha sido el cambio de sede de la española Ferrovial a Holanda. La constructora dice que lo hace buscando una mejor "estabilidad jurídica". Las grandes empresas, como esta, son el 1% de todas las que hay en España. Así que le hablamos del 99% restante, de las pymes. Dentro de estas, las que son mayoría en nuestro país son las microempresas que suponen el 93% y que son las que tienen menos de 9 empleados. Las grandes empresas, según los datos del ministerio de industria, son 5.373 mientras que las pymes con asalariados son 1.307.860. Aunque pueda parecer que no tienen importancia, las grandes empresas sí que la tienen a nivel laboral, ya que siendo menos, dan una gran cantidad de puestos de trabajo a 6.097.127, las pymes con asalariados lo dieron a 9.143.223 personas. Sin embargo, si las grandes empresas tienen recursos administrativos y de asesoramiento para buscar una regulación favorable como ha hecho ahora Ferrovial, las pymes no. Su queja está en la carga administrativa que deben soportar o "burrocracia" como señala Fernando de Santiago, presidente del "Consejo General de Gestores Administrativos", ya que hay una "excesiva hiperregulación y además con una mala técnica legislativa". En este sentido, el economista y abogado Juan Mora-Sanguinetti, como autor de varios estudios sobre el tema, señala que "al comienzo de la democracia se dictaban unas tres mil normas nuevas al año, pero luego la cifra fue ascendiendo a las 12.000 normas anuales". -Redacción-