El empedrado era un recurso en las calles, los portales y zaguanes de casonas y palacios como se puede percibir en la entrada al patio del Alcázar. Fotografía de Charles Clifford, hacia 1858. Las obras de reedificación se iniciaron en 1867. A la izquierda, poblado por humildes vecinos, el callejón de los Niños hermosos, sin aceras y el suelo de guijarros con una vertiente central. A la derecha, calle del Comercio, una de las primeras en acerarse con grandes losas de granito en el siglo XIX. Fotografías de Alguacil. Archivo Municipal de Toledo. En los barrios fuera del epicentro de Toledo, muchas calles no se pavimentaron hasta bien avanzado el siglo XX. Dos fotografías de Casiano Alguacil (c. 1880), muestran cuestas y plazas de tierra. Arriba, el entorno de la iglesia de San Miguel. Debajo, la plaza de la Retama. Archivo Municipal de Toledo. Dos empedradores trabajan con alcotana y pisón de mano, en la actual calle de Alfonso VI, hacia 1880. A la derecha, el muro de la iglesia parroquial de Santiago el Mayor. Fotografía de Casiano Alguacil. Archivo Municipal de Toledo. Colección Luis Alba. A la izquierda de la imagen, se aprecian las obras que el Ministerio de Fomento afrontaba al ser éste un tramo de la carretera de Madrid a Ciudad Real por Toledo, proyecto aprobado en 1864. Fragmento de una vista estereoscópica de Alfonso Begue. Archivo Municipal de Toledo. Colección Luis Alba. La calle de Santo Tomé antes y después de ser arreglada con el añadido de las aceras, mejora que recibieron las principales vías de Toledo entre 1864 y 1866. Ambas fotos pertenecen a Jean Laurent, hacia 1858 y 1870 respectivamente. Foto de Abelardo Linares de la calle Santa Isabel (ca. 1915), aún con el primitivo empedrado sin aceras. En medio, un aguador y otro vendedor posan con sus caballerías. En realidad, ellos eran parte de los figurantes visibles en muchas de las postales ilustradas con «personajes típicos». Archivo Municipal de Toledo.