Sánchez y Feijóo se ven las caras en el Senado a un mes del 28M
El presidente del PP intentará llevar el debate a la política nacional y cuestionar a Sánchez por la división en la coalición y los precios de la cesta de la compra
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Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se miden esta tarde en un nuevo duelo en el Senado. A un mes de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo los dos líderes se verán las caras con objetivos y aproximaciones muy distintas. El presidente del Gobierno ha solicitado la convocatoria de este pleno para informar «sobre los planes implementados por el Gobierno en el contexto económico y social de la guerra de Ucrania». Eso sí, Sánchez no tendrá límite de tiempo y es de esperar que vuelva a hacer un recorrido global sobre su gestión.
El presidente del Gobierno va a desplegar un discurso que ponga mucho el acento en el choque ideológico entre izquierda y derecha como eje de su política económica. Sánchez va a servirse de datos macroeconómicos para explicar que la economía está aguantando. Por contra, Feijóo va a descender a la cuestión de los precios para confrontar el discurso económico optimista que practica el Ejecutivo.
En el PP además no descartan que el presidente del Gobierno quiera aprovechar el formato para hacer algún anuncio y acaparar así el foco, como hizo la pasada semana con la nueva promesa de viviendas en el Congreso de los Diputados. La intención de Feijóo es aterrizar el debate e «intentar poner el foco en la política nacional», explican desde Génova. Los populares quieren hablar de la crisis económica y de cómo la división en el seno del Gobierno afecta a la gobernabilidad del país.
Un días después de este duelo el Senado aprobará definitivamente la reforma de la ley del solo sí es sí, gracias al entendimiento de PSOE y PP. A Feijóo le interesa especialmente seguir poniendo de relieve esa cuestión, que sirve para poner luz sobre la división de la coalición y a la vez sobre la capacidad del PP para ofrecer acuerdos a los socialistas si son positivos.
En las filas socialistas viven semanas en las que creen haber dejado atrás un periodo muy convulso que arruinó el arranque del nuevo año. La Moncloa ya considera amortizado el desgaste por las rebajas de condenas y excarcelaciones que se produjeron como consecuencia de la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. Las sensaciones en las últimas semanas son otras en el PSOE. El choque por la propuesta de la Junta de Andalucía para Doñana y la cuestión de la vivienda están permitiendo a los socialistas mover el marco del debate. Tanto el acuerdo para aprobar la Ley de Vivienda como los anuncios del presidente del Gobierno de más vivienda pública a través de la Sareb.
El PP intenta responder a esa estrategia presentando sus propias propuestas alternativas para el mercado de la vivienda. A la vez que critica la inacción socialista en Doñana durante sus mandatos en Andalucía. Feijóo ha expresado su compromiso de declarar urgentes las obras hídricas pendientes de ejecución si llega a La Moncloa. El presidente del PP ha planteado abrir un debate que conduzca a un pacto nacional sobre el agua.
De todo esto se hablará hoy en el Senado. Unos debates que en las tres ocasiones anteriores han sido muy broncos. La Moncloa viene explotando esta estrategia desde que Feijóo desembarcó en la Cámara Alta tras asumir la presidencia del PP. Tras unos primeros compases de duda, coqueteando con la idea de que el jefe de la oposición sintiese el frío mediático del Senado, los socialistas cambiaron el paso.
Tras el verano han recurrido a este formato en el convencimiento de que poner el foco en Feijóo es necesario para desgastar una imagen que cuando llegó al puesto se sentía muy sólida en La Moncloa y Ferraz. Y lo que trasladan es satisfacción por ese resultado, que dicen se ve claramente reflejado en los sondeos. En Génova niegan la mayor, y en cualquier caso cuestionan un formato que favorece al Gobierno y no lo consideran un verdadero cara a cara.